El Barça entra en un terreno peligroso

El Barça Lassa de baloncesto

El Barça Lassa de baloncesto / Ignasi Paredes

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

La Euroliga no da tregua. La vorágine de partidos obliga a ser muy fuerte mentalmente. Ningún equipo puede permitirse el lujo de dudar de sus fuerzas ante cualquier derrota. Sería un suicidio. El Barça, no obstante, ya encadena tres decepciones seguidas, y parece que el grupo está sufriendo mucho. Algo que no favorece en absoluto la necesidad que tiene Sito Alonso de conjuntar a los suyos. El problema es que, cada vez más, la obligación de ganar provoca mucha ansiedad entre los blaugranas.

La sensación de que la racha no será fácil de superar puede instalarse en el Barça. Un escenario que debe evitarse a toda costa. Pero no es menos cierto que al equipo le cuesta dominar los partidos. A veces porque se va siempre a remolque y, en otras ocasiones, debido a que son  incapaces de ser contantes a lo largo de todo el partido. Veremos cuál es la capacidad de reacción de los jugadores. Deben entender que así no pueden seguir. 

INCONSISTENCIA

INCONSISTENCIAEl ejemplo más claro de las dudas del equipo se centra en Pressey. Parece perdido cuando sale a la pista, sin saber a ciencia cierta qué debe hacer. Casi todo lo que intenta le sale mal, y ello provoca que el equipo se resienta. Y tampoco podemos decir que Heurtel sea un virtuoso de la regularidad. Por tanto, un puesto tan sensible en el equipo no hace de referente y revulsivo. Por su parte, el tándem Seraphin -Tomic no acaba de complementarse. Cuando uno de ellos juega a un buen nivel, el otro pasa desapercibido.

Una lástima, ya que ambos tienen una enorme cualidad y deberían ser una pareja imparable. Y ya sabemos que para que un equipo funcione cabe tener en forma a los bases y los hombres altos. Esperemos que, con el paso de las jornadas, este déficit se subsane. Pero más allá del rendimiento de los jugadores se debería buscar solución a los “cortocircuitos” del equipo. En demasiadas ocasiones inexplicables.