El Barça no compitió en Madrid

Mirotic y Smits, tratando de frenar a Tavares

Mirotic y Smits, tratando de frenar a Tavares / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

No siempre se pierde igual. Hay derrotas, y derrotas. La imagen del Barça en Madrid fue lamentable. He de reconocer que no me la esperaba. No compitió. Otra vez vimos a un Madrid mucho más intenso y ambicioso. El cambio de Exum por Hayes no surtió efecto, y creo que Saras lo deshará en el próximo encuentro. A las primeras de cambio, el Barça empezó a perder posesiones, ante una agresiva defensa de su rival, y ceder el rebote ofensivo a los blancos.

Así es imposible correr, tener estabilidad y pensar en ganar a domicilio. Por contra, los anfitriones pusieron la directa en muchas ocasiones. Al descanso, 46-39, miré las estadísticas y me centré en los porcentajes de tiro. Constaté que el Barça dominaba al Madrid desde todas las posiciones y había repartido más asistencias.

Me pregunté qué sucedía para que los blaugranas fueran a remolque de manera clara. No había secretos. Los merengues lanzaron 12 veces más, y 5 tiros libres extra que los blaugranas. Las pérdidas y los rebotes ofensivos del Madrid eran la explicación. Querer fue poder para los anfitriones. Superioridad de Tavares, Poirier y Yabusele cerca del aro, y excelente complemento de Causeur, Hanga y Deck. La diferencia física entre ambos equipos fue letal.

El tercer cuarto lo acabó de decidir todo, con un Barça casi entregado, sin rumbo ni convicción. Los últimos 10’ fueron de mero trámite. Algo que el Barca, en un tercer partido de play off final, nunca debería permitir ni aceptar.

El equipo acabó roto. Sin fuerzas. El correctivo fue muy severo. La superioridad fue de tal magnitud, que me hace dudar de que sean capaces de sobreponerse. Nadie, excepto Kuric, se salvó. Davies sigue ausente. Sanli fue una sombra de lo que se pide a un jugador como él. Algo parecido sucede con Higgins. Los bases también se vieron superados.

El Barca tiene un problema serio en ataque. Cuando juega 2x2 con Calathes, Exum, Jokubaitis y hasta con Laprovittola, el Madrid, además de cambiar, flota descaradamente a los bases. No miran a canasta. Y la defensa se cierra y niega los pases interiores. Pero más allá de los aciertos y errores, los jugadores blaugranas están bajos mínimos.

Sorprende después de la épica victoria en el Palau. No sé si ahora mismo se ven inferiores a los blancos, pero es evidente que cuando están en apuros, se vienen abajo. Tiene trabajo Saras para recomponer el descosido. Pero es lo que hay.

El equipo está obligado a luchar por forzar el quinto partido. Pero, sin duda, el rendimiento del equipo ha de variar de manera radical. Nada de balones perdidos, ni regalos en los rebotes. Y esperar que piezas como Higgins, Mirotic, Calathes y Davies hagan su trabajo.