Aval, Roures, Banc Sabadell y la fidelidad de Laporta

Joan Laporta ha sido investido como nuevo presidente del FC Barcelona en el Camp Nou ante trescientas personas.

Joan Laporta ha sido investido como nuevo presidente del FC Barcelona en el Camp Nou ante trescientas personas. / Javi FERRÁNDIZ - SPORT

Toni Frieros

Toni Frieros

Entre todos (y me incluyo) hemos elevado el tema del aval del FC Barcelona a tema de Estado, cuando en realidad es una aberración del sistema. Freixa tiene más razón que un santo cuando sostiene que “es una gran bestialidad que para ser directivo de un club haya que responder personalmente y de forma objetiva de los resultados de la gestión”. Sí, porque los presupuestos crecen y llegará un momento que solo podrán avalar hiper/mega millonarios.

Sin embargo, mientras esa ley esté vigente, todos saben lo que hay que hacer y a la candidatura de Joan Laporta casi, casi, le pilló el toro, hasta el extremo de que estuvo a tan solo horas de que se hubiesen tenido que repetir las elecciones, riesgo que uno de los avaladores, Jaume Roures, reconoció ayer en un comunicado personal ¿Se imaginan?

Por lo tanto, a Roures, amigo personal de Laporta y culé hasta el ‘moll de l’os’, hay que valorarle en su justa medida que ayudara a evitar, como José Elías, que el FC Barcelona y la candidatura ‘Estimem el Barça’ hicieran algo más que el ridículo. 

¿Cómo es posible, se preguntarán ustedes, que con el tiempo que han tenido para preparar el aval (124,6 millones de euros) hayan estado a punto de pillarse los dedos? Desde el momento que Jaume Giró decidió abandonar la junta directiva (eso por sí solo ya da para otro capítulo) empezaron los problemas. Quizá para no levantar sospechas ni crear el pánico se nos dijo el viernes pasado que el aval ya lo tenían. Incluso el lunes. Y no era así.

Tirarse a los brazos del fondo de inversión americano hubiera significado pagar más de 8 millones de euros de intereses y comisiones. Inasumible, de ahí que en 48 horas tuviera que rehacerse toda la operación. Ahí contaron con un gran aliado: Banc Sabadell. Una entidad de ‘casa nostra’ que acompañó en todo momento a la candidatura, incluso en la notaría hasta altas horas de la madrugada, para agilizar el laborioso proceso de validar todas las garantías necesarias. Y lo mejor de todo, les ha aplicado un 1,5% de comisión, con lo que se han ahorrado 6 millones euros de haber hecho el aval con los americanos. Sin Banc Sabadell, seguramente Laporta no sería hoy presidente.

Además, todos los integrantes de la candidatura que pudieron aportaron más dinero, entraron José Elías y Eduard Romeu, y a última hora Jaume Roures. Sin olvidarnos del empresario ilerdense Francesc Pujol.

Es cierto que hay miembros de la junta directiva que no han avalado o han aportado muy poco, casi todos ellos directivos que ya habían estado con Laporta en su último mandato. Ha sido una decisión del presidente llevado por su sentido de la amistad, fidelidad y agradecimiento hacia Rafa Yuste, Elena Fort, Josep Cubells, ‘Tito’ Castro y Josep Ignasi Macià, que tuvieron que vivir muchas noches sin dormir, con su poco o mucho patrimonio a punto de ser embargado debido a la famosa acción de responsabilidad y la demanda de los avales del socio Robert Blanch. Merecían una reparación.