Los 60 años de Joan Laporta

Laporta, durante la Asamblea del Barça

Laporta, durante la Asamblea del Barça / FC Barcelona

Joan Vehils

Joan Vehils

Hay esta semana un motivo para felicitar al presidente del Barça. El próximo miércoles 29, Joan Laporta, cumplirá 60 años. Una fecha destacada que demuestra que los años pasan para todos. A Laporta se le podrán criticar algunos aspectos de su actual gestión. Desde que en campaña electoral alardeaba de ser el único candidato capaz de convencer a Messi para que siguiera en el club, hoy, por cierto, algunos que lloraron su marcha al PSG, ya piensan que ha sido lo mejor para el Barça, a que lo ganaría todo… A Laporta también se le pueden cuestionar determinadas maneras de gestionar la entidad. La recolocación de amigos y familiares o el desencuentro con su director director general que también propicio su salida, son otros puntos que dejan algunas sombras en su papel de presidente ejecutivo. Sin embargo, Laporta también merece algunos elogios al margen de felicitarle por sus 60 años más o menos bien llevados. En un país escaso de líderes, donde la mayor parte de los empresarios importantes prefieren mantenerse en el anonimato o esconderse antes de ponerse al frente de las grandes instituciones o de dar el salto a la política, hay que valorar a los que en circunstancias complicadas dan un paso al frente. Son pocos. Muy pocos. Porque, claro, lo fácil es criticar desde el salón de casa. Por tanto, que Laporta o Víctor Font decidieran presentarse a la presidencia del Barça es tan encomiable como que Jaume Guardiola o Rosa Cañadas opten a la presidencia del Cercle d’Economia o que Sandro Rosell se cuestione seriamente ser candidato a las elecciones municipales. Unos gustaran más que otros, pero ellos se atreven. Luego, los socios o votantes son los que democráticamente dictaran sentencia. Laporta dio el paso y hace ahora algo más de un año ganó con comodidad las elecciones a la presidencia del Barça. Los que le votaron, más de 30.000, ya le conocían. Algunos pueden argumentar ahora que este no es el Laporta de su primera etapa, pero Laporta es Laporta para lo bueno y para lo malo. Por tanto, sin dejar de fiscalizar su gestión, no queda otra que esperar que active esas palancas que parecen aparecidas de la nada e intentar confeccionar un equipo lo más competitivo posible. De lo contrario, vendrán muchos años de penas y sufrimiento. Son tiempos difíciles, pero por el bien del Barça lo mejor es que a Laporta le salga bien todo lo que lleva en mente. Por cierto, el miércoles cumpleaños y el jueves se cierra oficialmente la temporada…