Doncic se estrella contra unos Grizzlies sin estrellas

Los Dallas Mavericks no pudieron este martes con unos Memphis Grizzlies que, pese a no contar por lesión con Ja Morant y Jaren Jackson Jr., se llevaron el triunfo de tierras texanas por 103-120. Memphis (14-23 de balance) llegaba a Dallas (22-16) solo un día después de conocer el mazazo de que Morant se perderá el resto de la temporada por una lesión en el hombro. El base, que tras su suspensión solo pudo jugar nueve partidos esta campaña, estuvo esta noche en el banquillo con un cabestrillo.

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También se perdieron el duelo ante los Mavericks Jackson Jr. y el español Santi Aldama, ambos por contusiones en la rodilla. Pero a pesar de esas importantes bajas, los Grizzlies sacaron adelante el partido ante unos Mavericks que volvieron a mostrar que son un equipo capaz de lo mejor, como derrotar en el encuentro anterior al líder del Oeste (los Minnesota Timberwolves), y de lo peor, como esta noche perdiendo ante un conjunto repleto de ausencias.

Luka Doncic tuvo una noche complicada y pareció arrastrar molestias durante toda la velada tanto en el muslo como en el tobillo. Además, en el primer cuarto sufrió un duro golpe cuando Bismack Biyombo cayó sobre él. El esloveno acabó con 31 puntos (9 de 21 en tiros de campo, incluyendo 2 de 8 en triples, y 11 de 15 desde la línea de personal), 6 rebotes y 6 asistencias. Kyrie Irving fue su mejor socio con 33 puntos y 8 rebotes en unos Mavericks que dejaron demasiado solos a sus dos figuras.

En estos muy meritorios Grizzlies, Desmond Bane fue el líder con 32 puntos y 9 rebotes. Marcus Smart también firmó un partido muy completo con 23 puntos pero tuvo que retirarse en la segunda mitad con una lesión en un dedo de la mano derecha.

Seis jugadores de Memphis terminaron con dobles dígitos de anotación y los Grizzlies superaron a los Mavericks en rebotes (60 ante 41), puntos del banquillo (44 por 23) y acierto en tiros de campo (48.4% contra 43.9%).

Una victoria de carácter

Los Mavericks empezaron con fluidez, con Doncic asistiendo y anotando con facilidad y con un temprano +7 tras solo cuatro minutos de partido. Sin embargo, los Grizzlies, lejos de venirse abajo al primer revés tras una temporada repleta de infortunios, exhibieron un gran carácter para cerrar el primer periodo con un potente parcial de 6-20 de la mano de un Bane muy activo con 12 puntos.

Con un 22-29 en el inicio del segundo cuarto, los Mavericks encontraron algo de alivio en varios chispazos seguidos de Doncic e Irving. Pero los Grizzlies silenciaron los tambores de remontada y siguieron manejando el ritmo del duelo con autoridad. Bane le dio el testigo en la anotación a David Roddy, muy agresivo con 11 puntos en ese periodo y que además regaló un mate tremendo sobre Josh Green.

Smart, omnipresente en ambos lados de la pista, también fue clave para unos Grizzlies que dieron un importante golpe en la mesa llegando a tener un +22 antes del descanso y que se fueron al intermedio con un holgado 53-68.

Doncic metió 17 puntos e Irving 15, pero entre el resto de titulares y los reservas de los Mavericks solo consiguieron 21 puntos en la primera mitad.No cambió demasiado la situación en la reanudación, sobre todo porque la defensa local seguía siendo un muro de papel.

Smart sumó dos triples pero nada más meter el segundo se fue al banquillo con lo que parecía ser un dedo dislocado en su mano derecha. Memphis no lo notó en exceso ya que Bane se mostró explosivo en ese cuarto con 13 puntos.

Irving se echó a los Mavericks a la espalda con 16 puntos en ese periodo pero Dallas aterrizó en el último cuarto con un -20 que parecía un mundo (83-103). Varias pérdidas de balón y errores de los visitantes abrieron un pequeño hueco para la esperanza en los Mavericks, que se aferraron a Doncic para imaginar un milagro (95-108 con 6.40 para el final).

Pero a su falta de consistencia tanto en ataque como en defensa de toda la noche, los Mavericks le unieron un punto de precipitación en el desenlace y los Grizzlies, con un triple de Ziaire Williams, colocaron un +18 a falta de cinco minutos que ya resultó insalvable.