MUNDIAL DE FÚTBOL BRASIL 2014

La quinta estrella de Alemania

La 'Mannschaft' también fue campeona fuera de los terrenos de juego. La selección de Joachim Löw se construyó su propio centro de operaciones y lo donó a la población de Santo André, una de las zonas más pobres del país

Laura Ramos

La Alemania de Joachim Löw parece que no solo se propuso, y con acierto, ser campeón del Mundo en Brasil, sino también cambiar la imagen de un equipo demasiado estereotipado tanto dentro como fuera del terreno de juego porque los teutones ganaron con el mejor fútbol de todos los participantes y, además, demostraron que son algo más que un equipo frío y cerebral.

Las imagenes de los jugadores sobre el terreno de juego tras su victoria por 0-1 ante Argentina dieron las primeras pistas sobre el carácter de una Alemania diferente y los detalles que poco a poco se van conociendo sobre el equipo diseñado por Joachim Löw y Oliver Bierhoff, director deportivo de la Federación Alemana, así lo corroboran. 

Si algo tenía claro el seleccionador alemán es que no quería que nada rompiera la concentración de sus hombres. En el Mundial de 2010 había fallado cierta comunión entre sus hombres y Löw no quería que eso volviera a suceder. Elaboró una larga lista con las necesidades de su equipo durante el Mundial de Brasil y mandó a Bierhoff en busca del mejor lugar para establecer el campamento base de la 'Mannschaft'. Fue tan exigente que Bierhoff fue incapaz de encontrarlo para decepción de un Joachim Löw que pasó al plan B: crearlo.

De primeras, la propuesta del técnico pareció una locura, pero poco a poco fue convenciendo a Bierhoff de que eso era lo que necesitaba Alemania para ser campeona: las condiciones perfectas de trabajo, sin espías, alejada del bullicio y una unidad sin precedentes. Diseñaron el complejo, bautizado como Campo Bahía, lo 'vendieron' a la Federación, que financió junto a los patrocinadores del equipo la totalidad del proyecto, y en 2013 comenzaron las obras en la pequeña aldea de Santo André, situada a 30 kilómetros de Porto Seguro.

La ubicación, con un aeropuerto a 35 kilómetros de distancia, resultó inmejorable. Allí se construyeron 14 viviendas de dos plantas, edificios administrativos, un gran gimnasio, diversas piscinas, un campo de fútbol de entrenamiento y 65 habitaciones para albergar a todos los integrantes de la delegación alemana. Desde el búnker de Campo Bahía se dirigieron todas las maniobras de la nueva y flamante campeona del mundo. La otra exigencia de Löw fue hacer partícipe de todo ello a la comunidad local.

Tanto en las obras de construcción como durante el Mundial solo trabajaron en Campo Bahía habitantes de Santo André que, además, una vez finalizado el Mundial heredarán las instalaciones germanas. La aldea explotará en exclusiva el resort junto a la playa con los beneficios que de ello puede derivarse y contará con una nueva escuela para los más desfavorecidos en las instalaciones de trabajo de la selección alemana. Los jugadores de la 'Mannschaft', además, se comprometieron a contribuir con la compra de diversas ambulancias.

No es de extrañar, por tanto, que en Santo André ya piensen en rebautizar Campo Bahía con un nombre alemán en agradecimiento por todo lo hecho por los campeones, que en todo momento se mostraron integrados en la comunidad pese a su intención de alejarse de todo lo que no fuera el campeonato. Los jugadores visitaron la población, lucieron los colores del equipo local y acudieron a diversos festejos en su honor mucho antes de conseguir la cuarta estrella. No sabía, entonces, que todo eso eran los primeros pasos de un equipo campeón dentro y fuera del campo.