Las lágrimas de cocodrilo de Neymar Jr.

Ney, sin hacer ningún tipo de autocrítica, intenta limpiar su imagen monopolizando el dolor de la derrota de Brasil

El '10' pretende imponer su relato en el que indulta a Tite y a los internacionales por el fracaso histórico en el Mundial

Brasil - Croacia | Las caras de la decepción brasileña

De los bailes a los lloros: así sufrió Brasil tras consumarse la eliminación / SPORT.TV

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Desde que Brasil cayó eliminado en los cuartos de final del Mundial a manos de Croacia, Neymar Jr. se ha dedicado a hacer aquello en el que es el mejor especialista del mundo del fútbol: monopolizar la atención extracampo.

A través de una serie de publicaciones en sus redes sociales, el '10' quiere presentarse delante de la opinión pública brasileño, muy enojada por el fracaso en Qatar 2022, como el más afectado de todos. Eso sí, sin una pizca de autocrítica hacia el equipo, hacia su seleccionador, Tite, ahora mismo una figura denostada en su país y hacia el estilo de juego y de vida del propio 'Ney'.

El KO en este Mundial es el mayor fracaso de toda la carrera de Neymar. Lo había apostado todo en el 'Hexa' y le ha salido cruz. Y, encima, puede haber una final entre Leo Messi y Kylian Mbappé (ahora convertido en su enemigo a ultranza), que corone a una de las súper estrellas del PSG.

Motivos tiene para estar hundido, pero lo primero que tendría que preguntarse es cuántos entrenamientos dejó de hacer (y no por lesión) o en qué condiciones de preparación estuvo los últimos años con relación al astro argentino y francés. Cuánto y cómo se dedicó a su profesión. Quizás ser futbolista al 100% solo desde la pretemporada no le ha alcanzado para afrontar el Mundial de su vida y ahora recoge aquello que plantó en cuatro años de excesos, que han hecho que incluso el PSG quisiera desprenderse de él el último verano.

EL SENTIMENTALISMO DEMAGÓGICO

Neymar Jr. ha cogido otro camino de análisis. Para empezar, puso en duda su continuidad con la Seleçao, pero sus palabras no han creado el debate nacional que esperaba. Brasil está pendiente de quién será el nuevo seleccionador y qué rumbo futbolístico tomará la 'verdeamarela' porque hay el sentimiento generalizado que Tite, como buen encantandor de serpientes que es, había hipnotizado al país.

El planteamiento táctico del técnico gaucho llevaba a la Seleçao hacia el suicidio, al renunciar al control de la zona ancha (donde solo había un doble pivote y ningún interior) para jugárselo todo en el dominio de las dos áreas.

¿Por qué Neymar, como 'Rey Sol' de su selección no avisó que se iba hacia el precipicio? La respuesta más lógicaa su inacción es porque el equipo jugaba para él y, por fin, contaba con una omnipotencia que nunca gozó cuando aterrizó en Europa, ni el Barça ni el PSG. Que reprendiera, correctamente, a sus compañeros que se lanzaron al ataque en los últimos minutos de la prórroga contra Croacia (lo que costó el gol del empate), no lo exime de ser connivente con la propuesta deficiente de su seleccionador.

El 'craque' se sentía el dueño de la 'verdeamarela' porque no había nadie que le parara los pies, ni Tite ni la CBF, algo que la prensa brasileña llevaba años denunciando. Hace menos de dos meses, en plena campaña electoral, Neymar llegó a decir que dedicaría su primer gol en Qatar al candidato de la extrema derecha, Jair Bolsonaro, que perdió los comicios a manos de Lula. Nadie internamente lo reprendió.

Con o sin Mundial, el astro del PSG sigue habitando en su burbuja alejado de la realidad. Su melodrama tiene efectos limitados en su país que ve como su estrella, a los 30 años, los únicos títulos que ha ganado con la Seleçao han sido la Copa de las Confederaciones 2013 y el oro en los Juegos Olímpicos 2016... demasiado poco para quien ha disputado tres Mundiales y no ha llegado ni siguiera a la final.