Rusia supera sus complejos con una 'manita'... pero pierde a Dzagoev

David Rubio

David Rubio

Rusia 'se estrenó' con muy buen pie en su Mundial con una clara victoria frente a una decepcionante Arabia Saudí por 5-0 en el partido inaugural ante más de 78.000 espectadores.

Los anfitriones acabaron brillando y mostraron una notable imagen que provocó una enorme fiesta en las gradas. La afición rusa estaba necesitada sobre todo de celebrar un triunfo y ya piensa en el duelo ante Egipto para pasar a los octavos de final.

De salida, Rusia se hizo con el control de la pelota pese a que el exazulgrana Juan Antonio Pizzi, técnico de Arabia Saudí, aseguró en la previa que su equipo estaba capacitado para ser superior a nivel de juego.

El seleccionador ruso, Stanislav Cherchesov, sorprendió a todos tanto por el sistema como por algunos de los titulares. Pese a que en la mayoría de encuentros había optado por un sistema con cinco defensas, el exportero internacional inició el Mundial con un 4-4-2.

Tampoco se esperaba la presencia de Ilia Kutepov (Spartak) como compañero del veterano Serguei Ignashevich (CSKA) en el eje de la zaga, ni posiblemente que jugasen de inicio en la media Yuri Gazinski (Krasnodar) ni el frágil Alan Dzagoev (CSKA).

gazinski, primer gol del mundial

Precisamente Dzagoev se convirtió en el timón del juego ruso mostrando movilidad y un gran criterio para que luciese la gran estrella emergente de los rusos, el todoterreno Alexander Golovin (CSKA), quien está cada vez más cerca de la Juventus pese a que hasta el Barça piensa en él.

Enfrente, Arabia Saudí se mostraba como un conjunto alegre y rápido en algunos amagos de salidas a la contra pese a que en el primer acto apenas ofrecieron nada reseñable en ataque.

Mientras en el repleto Luzhniki se había la ola, el arquero saudí Abdullah Almuaiouf se complicó la vida en una salida en el minuto 6 y en el 7' la zaga asiática se cruzó para rechazar el intento de disparo de Samedov.

Rusia lo estaba haciendo bien y un buen centro desde la izquierda de Golovin lo cabeceó Gazinski al fondo de las mallas en el 11', aunque antes pudo derribar a Taiseer Al-Jassam... el árbitro hizo mutis por el foro y dio gol.

Esta jugada provocó una curiosa anécdota en el palco, cuando el príncipe saudí Mohammad Salman se quejó al presidente Vladimir Putin por esa posible falta y Gianni Infantino (presidente de la FIFA) les obligó a estrecharse las manos en un ambiente muy sano.

Arabia Saudí se estiró tímidamente a los 21 minutos y obligó a Kutepov a enviar la pelota a córner de cabeza en un despeje que pasó muy cerca de los dominios de un inédito Igor Akinfeev.

dzagoev dijo basta

En una rápida contra, Alan Dzagoev corría sin balón y se fue al suelo tras llevarse la mano a su pierna izquierda. Se acabó el Mundial para el osetio, un jugador extraordinario al que sus problemas físicos y su discutible profesionalidad en diversas facetas le han impedido llegar más alto.

Cherchesov lo sustituyó de inmediato por el hispanorruso Denis Cherishev (Villarreal), al tiempo que retrasó a Samedov a la medular. Pese a este intento, Rusia desapareció del terreno de juego ante la ausencia de su referente a nivel de juego hasta el momento.

Golovin se hartaba de correr para tratar de mitigar esta carencia y, tras una genialidad en la medular del intermitente punta Fiodor Smolov (Krasnodar), el propio Golovin pidió penalti en un posible derribo dentro del área del capitán Osama Hawsawi. En vivo no pareció falta, pero la repetición ofrece algunas dudas.

Cuando a los anfitriones les empezaban a fallar las fuerzas en su presión alta, ahí apareció Cherishev para firmar el 2-0 en el 43' tras dejar sentados a dos rivales dentro del área con un toque magistral elevando el balón para fusilar después al meta saudí. Con ese resultado se llegó al intermedio.

calma tensa

Los saudís acusaron el tanto de Cherishev y regresaron 'tocados' en la segunda mitad, mientras que Rusia dominaba y adolecía de falta de puntería en el último pase. Sin hacer nada del otro mundo, Rusia estaba superando sus miedos y empezaba a rozar la primera victoria en su Mundial.

En ésas, Samedov disparó alto en una posición inmejorable en el minuto 51. Sin embargo, Arabia Saudí empezaba a ver que los rusos no cerraban el partido y respondieron por dos veces con Al-Jassam de protagonista (en la primera no llegó a rematar en el segundo palo y en la segunda lo hizo fuera de cabeza).

Con un ritmo lento, Rusia pudo sentenciar en el 68', pero Smolov no llegó a rematar un semidespeje de Almuaiouf a disparo de Zobnin... El caso es que el 3-0 parecía estar al caer

el 'gigante dziuba sentencia

Una de las grandes cuestiones previas al Mundial radicaba en la posible convocatoria de Artiom Dziuba, un delantero de 1,94 metros que ha jugado esta temporada en Tula al no contar con él Mancini en el Zenit.

Cherchesov decidió darle salida en el 69' y el 'gigante' solo necesitó dos minutos para anotar el 3-0 con un espectacular remate de cabeza a centro del de siempre, Golovin.

Dziuba enloqueció en la celebración y corrió a estrechar la mano del seleccionador ruso mientras se escuchaba el habitual '¡malatsi, malatsi!' (¡bien hecho, bien hecho!) con el que los rusos celebran las buenas actuaciones de sus equipos.

Con el partido totalmente decidido, una acción infantil y evitable de Golovin en la medular le supuso una amarilla al impetuoso crack ruso que podría costarle muy cara.

Sin embargo, lo mejor estaba aún por venir. Cherishev logró el 4-0 al borde del tiempo reglamentario con un impresionante chut con el interior que describió una preciosa parábola y lo convierte en el primer 'Pichichi' del Mundial con dos 'dianas'.

Y en el segundo minuto de añadido, Golovin cerró el marcador con un gran lanzamiento de falta directa que supuso el 5-0 definitivo y que podría acercarlo aún más a uno de los 'grandes' de Europa.