Aguas turbulentas en la natación española

Belmonte ha subido al podio en 400 estilos

Belmonte ha subido al podio en 400 estilos / EFE

Albert Gracia

Este Mundial de Natación en Corea no pasará al libro de historia del deporte español. Y eso que el waterpolo y la natación artística se han empeñado en escribir algún que otro borrador con sus heroicas medallas. Las dos disciplinas han sido la gran nota positiva para una delegación española que ha vibrado en la final masculina y femenina de waterpolo y ha vuelto a quedarse deslumbrada con la actuación de Ona Carbonell. Nada puede empañar el buen hacer de estas dos disciplinas. Ni siquiera el descalabro de la natación. 

Tres finales, además de la clasificación olímpica de Alberto Martínez en los diez kilómetros de aguas abiertas, es el botín que ha podido obtener España en natación en estos Mundiales. Y suerte que Mireia Belmonte al final sí pudo asistir a la cita tras sufrir un tormento en forma de lesiones.

La de Badalona sabía que estas no iban a ser sus pruebas y  se lo ha tomado como un termómetro. Sin posibilidad de luchar por las medallas, Belmonte ha sabido estar en dos finales pese a no poder competir por el trono. Algo similar a la situación de Joan Lluís Pons, que hizo récord de España pero no le sirvió para nada más que ser finalista en su prueba de los 400 estilos. Ni Jessica Vall ni Hugo González, ni Marina García ni África Zamorano... Ninguno de ellos estuvo a la altura y se quedaron lejos de sus mejores marcas. 

Tokio como gran objetivo

Estos Mundiales mandan un claro mensaje de cara a Tokio: toca mejorar y mucho. La delegación española anda preocupada por la actuación en Corea y mira con esperanzas la evolución de Mireia Belmonte. Su entrenador, Vergnoux, tiene muy claro el camino a seguir: “Estamos decepcionados, pero Mireia es como ese animal herido que puede reaccionar. Tenemos muchos deberes. Hemos empezado a analizar su situación, y ella sabe que va a tener que tener unas vacaciones más activas en las que no desconecte de la piscina. Nos queda menos de un año y no hay nadie más consciente de su situación que la propia Mireia”. 

No se va a rendir tan fácilmente y ya tiene Tokio entre ceja y ceja. Sus mejores marcas están por debajo de las que lograron ganar medalla en el Mundial así que el gran objetivo es ese. También lo será para el resto de españoles que se quedaron muy lejos de lo que habían prometido antes de la cita mundialista. Corea ya es agua pasada para la mayoría de deportistas y no queda nada para Tokio. Belmonte irá a por todas. La natación españolá irá a por todas.