Dinamarca revalidó el título en una gran final

Los vigentes campeones olímpicos se impusieron por 26-24 a Suecia en la final del Mundial

El exazulgrana Mikkel Hansen y el meta Niklas Landin volvieron a ser decisivos en los daneses

Dinamarca revalidó el título universal

Dinamarca revalidó el título universal / EFE

EFE

Dinamarca agigantó su leyenda tras revalidar el título mundial al imponerse este domingo por 26-24 a Suecia en la final del Mundial de Egipto, en la que el portero danés Niklas Landin volvió a demostrar su condición como mejor guardameta del mundo.

Dinamarca - Suecia (balonmano), 31/01/2021

MUNDIAL MASCULINO

26
24
Alineaciones
DINAMARCA, 26
(13+13): Niklas Landin (p.), Svan, Lasse Andersson (1), Saugstrup (3), Mollgaard (2), Magnus Landin (2), Mikkel Hansen (7, 1p) –siete inicial–, Möller (p.s.), Oris (5), Jakobsen, Gidsel (1), Zachariassen, Mensah, Olsen, Holm (4) y Hald.
SUECIA, 24
(13+11): Palicka (p.), Daniel Pettersson (2), Sandell (2), Gottfridsson (2), Carlsbogard (1), Wanne (5, 1p), Darj (1) –siete inicial–, Aggefors (p.s.), Jonsson, Fredric Pettersson (2), Claar (2), Pellas (2p), Lagergren (4), Edvardsson, Chrintz (1) y Lindskog.

Y es que el cancerbero danés, que acabó el encuentro con más de un 40% de paradas, cerró a cal y canto su portería en el tramo final del choque, como evidenciaron los tan solo tres goles que concedió a los jugadores suecos en los últimos diez minutos de juego.

Su sensacional actuación permitió a la actual campeona olímpica encadenar dos títulos universales, una gesta que este siglo solo había logrado Francia.

Triunfo que los de Nikolaj Jacobsen tuvieron que pelear, y de qué manera, ante una selección sueca, que pese a no poder ganar, demostró que ha dado en este Mundial un paso de gigante.

Este crecimiento permitió a Suecia resistir la buena puesta en escena del equipo danés, que de la mano de un inspirado Mikkel Hansen, que sumaba ya tres goles en los primeros once minutos, parecía dispuesta a resolver la final por la vía rápida.

Pero el conjunto sueco, sustentado en su brillante y efectivo juego colectivo, se agarró a la pista y logró enjugar la diferencia de dos goles (8-6) con la que contaba el equipo danés al cumplirse los primeros 17 minutos de juego. Una renta no muy grande, pero un auténtico botín, dados los bajos guarismos en los que se movió el primer tiempo.

Cuando Dinamarca parecía haber dado el primer paso hacia el oro comenzaron las dificultades para los de Nikolaj Jacobsen. Mediada la primera parte Dinamarca se vio privado del extremo Lasse Svan, lo que obligó al lateral Mathias Gidsel a ocupar el exterior. Y unos minutos después tuvo que sentar al pivote Magnus Saugstrup a causa de su segunda exclusión.

Mikkel Hansen, el gran líder de los daneses

Mikkel Hansen, el gran líder de los daneses / AFP

Y es que su sustituto, el gigantesco Simon Hald, no es lo mismo ni en ataque, donde erró los tres lanzamientos que intentó, ni en defensa, donde pese a su corpulencia no alcanza a dar las prestaciones de Saugstrup.

Esta circunstancia propició la remontada de Suecia, que llegó a situarse con una ventaja de dos tantos en el marcador (10-12), tras aprovechar los más de cuatro minutos que Dinamarca estuvo sin ver portería.

Pero las exclusiones del equipo sueco, que por momentos se quedó hasta con solo cuatro jugadores en pista, posibilitaron la reacción danesa, que logró igualar la contienda (13-13) a la conclusión del primer tiempo.

El equilibrio se mantuvo hasta el ecuador de la segunda mitad, cuando irrumpió la figura del lateral izquierdo Jacob Holm, que tras no disputar ni un solo minuto en todo el primer tiempo, se convirtió en unas de las clave del triunfo danés.

Dinamarca revalidó el título universal

Dinamarca revalidó el título universal / EFE

El jugador del Fuchse alemán no sólo dotó de una mayor fluidez al ataque danés, sino que con sus cuatro goles consecutivos permitió a Dinamarca abrir una pequeña brecha en el marcador (23-21) a poco más de diez minutos para la conclusión del partido.

El portero Niklas Landin con unos espectaculares minutos finales se encargó por sí solo de acabar con las esperanzas de victoria del equipo sueco, especialmente con una parada a lanzamiento de penalti de Hampus Wanne a falta de poco más de tres minutos para la conclusión, que acabó de allanar el camino de Dinamarca para la conquista (26-24) de su segundo título mundial consecutivo.