SEGURIDAD

Diferencias entre la seguridad activa y pasiva del vehículo

Nuestros vehículos cuentan con elementos tanto de seguridad activa como de seguridad pasiva, pero, ¿sabes diferenciarlos?

Airbags

Airbags / DGT

Los fabricantes de vehículos, a lo largo de los años, van logrando una mayor seguridad en sus vehículos, cada vez más perfecta, completa e inmejorable. Así, tanto la seguridad activa como la pasiva cumplen con el objetivo de proteger la vida del conductor y pasajeros del vehículo. Las nuevas tecnologías, por su parte, también ponen su granito de arena para que estos sistemas de seguridad sean cada vez mejores. Aunque si una cosa está clara es que la última palabra siempre la tendrá el conductor, pese a todas y cada una de la ayudas en seguridad con las que cuente.

Llegados a este punto, nos asalta una importante duda. ¿Sabemos diferenciar la seguridad activa de la pasiva? Lo cierto es que en el vehículo encontramos elementos de ambas clases. Sin embargo, no tienen la misma función.

La seguridad activa (o también llamada primaria) está encaminada a evitar que se produzca un accidente. Y la componen sistemas como, por ejemplo, los frenos, la suspensión, los neumáticos, el alumbrado, los sistemas de señalización, la dirección y los sistemas de control de estabilidad, entre otros.

En cambio, la seguridad pasiva (o también llamada secundaria) se encarga de minimizar las consecuencias de un accidente una vez que se ha producido. En este caso, se compone de sistemas como el cinturón de seguridad, el reposacabezas, el airbag, el volante deformable y el casco, entre otros.

No obstante, también encontramos algún caso de elemento que puede formar parte de ambos tipos de seguridad como, por ejemplo, la carrocería. Esta parte del vehículo es un elemento de seguridad activa porque su reparto de masas, altura y anchura determina el comportamiento del vehículo y pasiva porque protege, en caso de accidente, la integridad física de los ocupantes.

Todos los elementos en su conjunto son importantes para la seguridad en la conducción. Aunque, tal y como hemos explicado antes, la decisión siempre es del conductor, pues lo realmente esencial es saber hacer un buen uso de tales elementos.