Viñales y Yamaha no se resignan

Viñales dentro de su box

Viñales dentro de su box. / EFE

Laura López Albiac

Laura López Albiac

"Si hace un año me dicen que estaría 25 carreras sin ganar pensaría que me vacilan". La frase es de Maverick Viñales (Figueras, 1995), un piloto joven, ambicioso y con mucho talento, que está acostumbrado a salirse siempre con la suya.

Brilló en las categorías infantiles, se estrenó en el Mundial en 2011 y dos años después ya era campeón del Mundo de Moto3. Fue el mejor rookie en MotoGP con Suzuki y en 2017 consiguió un contrato de ensueño como compañero de Valentino Rossi en Yamaha.

Pero lo que parecía que iba a ser un camino de rosas hacia el título se ha convertido en una pesadilla para 'Mack', que este año solo ha subido tres veces al podio (2º en Austin y 3º en Holanda y Alemania) y que a seis grandes premios para que concluya la temporada es quinto del campeonato a 97 puntos del líder Marc Márquez.

"Tenemos un gran chasis que lo permite todo. Pero la electrónica no está lista, especialmente cuando el asfalto desliza. No soy técnico, solo sé que cuando la moto tiene agarre es de las mejores y cuando no, es un desastre". En Yamaha están desesperados y el propio Rossi empezó muy pronto a autodescartarse ya no solo de la lucha por el título, sino incluso por el subcampeonato.

"Maverick no ha tenido suerte llegando ahora a Yamaha", advierte Valentino, que siempre ha valorado el talento de su joven compañero. Ambos se sienten impotentes ante el momento de crisis que atraviesa la casa de Iwata, buscan explicaciones y creen haber dado con algunas soluciones, aunque ya con vistas al próximo año. "Ya hemos probado cosas para 2019 y estamos contentos", comentaba Viñales en una entrevista a la página oficial de MotoGP.

Mientras esperan que los tiempos cambien y las promesas de Yamaha se cumplan para poder volver a contar con una moto cien por cien competitiva, Rossi y Viñales afrontan una difícil recta final de temporada. El italiano, a tres puntos de Dovizioso, aún tiene opciones al subcampeonato. Para Maverick el objetivo es reencontrarse con las victorias, romper una racha negativa sin precedentes los últimos años en Yamaha (21 carreras desde el triunfo de Rossi en Assen en 2017).

En MotorLand este fin de semana, el gran favotito es Marc Márquez, que ha ganado los dos últimos años aquí y llega con una ventaja de 67 puntos con 150 en juego (seis grandes premios). Las Ducati llevan tres victorias consecutivas. Pero Viñales, que subió a lo más alto del podio en Aragón en Moto2 (2014), no tira la toalla. Aragón es un escenario propicio para el catalán y puede ser el punto de inflexión que tanto ansía. No gana desde el 21 de mayo de 2017 en Le Mans (Francia).