El perfil

Marc Márquez: Depredador en la pista, encantador fuera de ella

Marc Márquez ya tiene su corona de Moto2, la que se le escapó el año pasado tras caerse en Malasia y sufrir una lesión ocular que lo mantuvo alejado de los circuitos durante cinco meses

Sergi Mejías

Después de pasar un auténtico calvario durante el invierno, esta temporada ha podido concluir el asalto al título que dejó a medias en 2011. Y Cervera ha vuelto a ser una fiesta, como lo fue en 2010 cuando Márquez conquistó el título de 125cc. La próxima temporada Marc dará el salto a MotoGP y serán un paso más, y definitivo, a una carrera deportiva que empezó apenas con cinco años, cuando corrió su primera carrera un año después de que Roser y Julià, sus padres, le compraran su primera moto. A partir de ahí fue pasando por las diversas categorías de formación, siempre condicionado por su reducido tamaño. Y tal vez de aquí, de tener que pelear desde niño con chicos de mayor tamaño, que ahora exhiba ese pilotaje tan agresivo y al límite, generador de más de una polémica. Porque a pesar de irradiar simpatía a raudales fuera de la moto, Márquez es un depredador cuando se baja la pantalla del casco como demuestra gran premio a gran premio, sin especular y siempre al límite para ganar; solo le queda mejorar en agua.