EL FUTURO DEL DIÉSEL

Bosch anuncia un sistema que podría salvar al diésel

Bosch asegura que ha desarrollado un sistema que reduciría las emisiones a una décima parte del límite legal.

Drivers Cross European Borders To Queue For Cheap Fuel

El diésel podría tener futuro. / MOTOR

Àlex Soler

Àlex Soler

En septiembre de 2015 explotó un caso conocido como 'Dieselgate', un escándalo que involucró, sobre todo, a Volkswagen, aunque afectó a otros fabricantes alemanes. La EPA (Agencia de Protección Ambiental) acusó a la empresa de haber instalado un software en sus motores diésel que permitía reconocer cuando estaba siendo sometido a pruebas de emisiones y reducirlas para entrar dentro de los límites legales aunque después superaran los niveles de óxidos de nitrógeno (NOx) permitidos.

El escándalo no solo se tradujo en miles de millones de euros gastados por parte del Grupo Volkswagen en compensaciones, multas y demás imposiciones, sino que ha afectado directamente a las ventas de vehículos diésel. Según datos de JATO Dynamics Ltd, las ventas en Europa de vehículos diésel ocuparon el 46% del total en el primer trimestre de 2017, pero en 2018 su volumen en el mercado fue solo del 38%. Los compradores están dejando de confiar en el diésel, optando por la gasolina y las soluciones híbridas, y algunos fabricantes, como Hyundai, están eliminando estas motorizaciones en algunos de sus vehículos.

BOSCH PODRÍA SALVAR AL DIÉSEL

Bosch, una de las empresas más importantes del sector de la automoción por su actividad distribuyendo y creando componentes y sistemas para vehículos, fue un actor muy importante en el 'Dieselgate' ya que ellos mismos desarrollaron uno de los sistemas de control de emisiones que después varios fabricantes incorporarían a sus vehículos. Pese a que el propósito del sistema no es engañar, su uso permitió un escándalo del que aún se habla. 

En una rueda de prensa, la empresa anunció que dejaría de instalar en sus sistemas la función de reconocimiento de prueba para que sus productos no permitan nunca más ser utilizados para falsear ninguna comprobación. La empresa alemana lleva desde 2015 colaborando con las autoridades y se ha excusado en que los responsables de hacer un uso legítimo de sus sistemas y de comprometerse a ceñirse a las restricciones actuales son los fabricantes de vehículos, no los proveedores, como Bosch. Aun así, el director financiero de la compañía, Stefan Asenkerschbaumer, admitió que han destinado 1,2 billones de euros a cubrir posibles gastos procedentes de investigaciones antimonopolio e investigaciones sobre las trampas en el control de emisiones.

En la misma rueda de prensa, Bosch anunció que sus ingenieros han desarrollado un nuevo sistema de escape para motores diésel que sería capaz de recortar las emisiones hasta muy por debajo del límite legal actual (168gr/km) y que podría ayudar a evitar la desaparición del diésel en la oferta de los fabricantes de automóviles. "Este avance ofrece la oportunidad de redirigir el debate sobre el diésel y, esperemos, casi terminarlo", anunció Volkmar Denner, CEO de Bosch. 

BOSCH Y EL DIÉSEL

Bosch es el principal distribuidor mundial de tecnología para motores diésel en el mundo, ofreciendo sus sistemas, por ejemplo, al Grupo Volkswagen, al Grupo FCA o a General Motors. Es por eso que ha centrado muchos esfuerzos en desarrollar una tecnología que podría evitar el hundimiento del diésel. Según la empresa, este nuevo sistema de escape optimiza la regulación de las temperaturas de los gases de escape reduciendo las emisiones de NOx a una décima parte del límite legal permitido sin la necesidad de incorporar ningún hardware. Así, el CEO de la empresa asegura que se pueden reducir las emisiones hasta 13 miligramos por kilómetro.

"Con esta tecnología, las restricciones de las ciudades no serán un problema porque ahora tenemos la tecnología para resolver el problema de los óxidos de nitrógeno en el tráfico", aseguró Denner. La agencia Bloomberg cita, sin identificar, a un portavoz de la compañía que habría asegurado, además, que este sistema se instalará en vehículos diésel nuevo y no podrá actualizarse.+

Con este nuevo sistema, Bosch pretende alargar la vida del diésel, un combustible que permitió, por ejemplo, que el año pasado ingresara un total de 78,1 billones de euros. Sus objetivos para este año, según la misma compañía, son incrementar sus ingresos entre un 2 y un 3% en comparación con 2017 y aumentar sus beneficios en un 6,8% respecto a 2017, cuando firmó un beneficio operativo antes de impuestos e intereses de 5,3 billones.