En el nombre de Ayrton Senna

Hamilton y Vivianne, la hermana de Senna

Hamilton y Vivianne, la hermana de Senna / afp

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Ayrton Senna es todo un mito del automovilismo, una referencia de una generación que perdura con el paso de los años. En Brasil y, sobre todo en Sao Paulo, su ciudad natal, es como un Dios. Visita obligada para los que van a Interlagos es ir al cementerio de Morumbi, donde descansan los restos del tricampeón, fallecido en Imola en 1994. Su tumba está siempre repleta de flores y recibe diariamente miles de visitas de aficionados, que le quieren rendir el último tributo.

El Mundial llega a Brasil con pocos alicientes competitivos, ya que el título de pilotos fue conquistado por el inglés Lewis Hamilton y el de constructores por su escudería, Mercedes. Interlagos, en otras temporadas escenario de carreras agónicas que decidían el Campeonato del Mundo, vive este fin de semana una carrera atípica desde el punto de vista competitivo, aunque con el emotivo ingrediente de la despedida de Felipe Massa (Williams), que celebrará el penúltimo gran premio  de su carrera deportiva.

Ayrton, el ídolo

Para muchos pilotos que compiten en la actualidad, Senna fue un ídolo, la referencia que les llevó a competir en coches. Entre ellos, uno de los que siempre ha mostrado máximo respeto por el brasileño ha sido Lewis Hamilton, que a su llegada a Sao Paulo acudió a un acto en el que desveló una escultura del genial piloto paulista junto a la hermana de este, Vivianne.

Lewis Hamilton desveló que “desde el primer momento el objetivo para mí siempre fue hacer algo como Ayrton. Él era la referencia”. El inglés aprovechó la oportunidad para hablar sobre su ídolo de la infancia. “Brasil siempre estuvo en mi corazón”, dijo.

“Fue emocionante por Ayrton y después de que empezara a comprender mejor a Brasil, venir para acá y viendo mucha pasión, toda la cultura y el amor que se desprende. Ya he conocido a muchos brasileños y personas alrededor del mundo que rendían culto a Ayrton. Muchas veces conoces a personas que nunca vieron la F1, pero cuando se le pregunta si ya vieron el documental de Senna, todos ya lo vieron”.

En Imola murió Ayrton Senna piloto, pero ese mismo día nació el mito: su historia sube ahora a los escenarios para inspirar a un país falto de referentes. ‘Ayrton Senna, el musical’ reivindica la figura de ese añorado héroe nacional, del Brasil guerrero, soñador y vencedor, en tiempos de crisis. El espectáculo fue presentado el pasado martes en Río de Janeiro y la obra se estrenará este viernes en el histórico teatro Riachuelo, con un montaje de inspiración circense que pone en escena a 24 actores, bailarines y acróbatas y en el que sonarán 15 canciones originales.

El musical no quiere ser una biografía cronológica de Senna, sino una experiencia sensorial y emotiva que repase momentos cumbres de la vida de ese piloto fallecido a los 34 años, a través de las cinco vueltas que hizo el 1 de mayo de 1994 en el circuito de Imola (Italia) antes de estrellarse mortalmente contra un muro.