Mick Schumacher mejora a pasos de gigante

Mick Schumacher llegó a la Fórmula 1 como campeón de la F2 y piloto de la Academia Ferrari, pero todos consideraron que lo hacía, sobre todo, avalado por su ilustre apellido. En su primera temporada, el joven piloto alemán (23 años) tuvo que lidiar con el peor monoplaza de la parrilla, un Haas que acostumbraba a ser el 'farolillo rojo' en cada carrera. El único 'consuelo' era que Mick se mostraba más competitivo que su díscolo compañero Nikita Mazepin. Pero este año en lugar del ruso está un piloto experimentado Kevin Magnussen, que le ha puesto muy alto el listón. El coche también ha dado un salto cualitativo y por fin parece que el hijo de Michael Schumacher empieza a reaccionar.

El domingo en el GP de Austria, terminó elegido 'Piloto del día' tras conseguir el mejor resultado de su vida en Fórmula 1 , sexto por delante de su compañero Magnussen. Eso significa que por segunda carrera consecutiva termina en zona de puntos, tras su octava posición en Silverstone. "Hemos demostrado tener buen ritmo todo el fin de semana", comentaba Mick ante las cámaras cuando respondió con la mejor de sus sonrisas al enterarse de la votación de los fans que le había designado como el piloto más destacado.

Los cierto es que los dos monoplazas de Haas están cada vez más frecuentemente en Q3 o cerca. Eso les permite salir a pista buscando un hueco entre los diez mejores y de hecho Mick ya ha tenido oportunidad de batirse en bonitas luchas a pilotos destacados como Lewis Hamilton o Fernando Alonso.

"Ha sido una buena carrera, muy difícil y con batallas muy duras, pero el resultado es para estar satisfechos. Esperemos seguir así", valoró Mick, cada vez más asentado en el paddock y con un gran margen de mejora.