FÓRMULA 1

Las dos caras de Alonso: Entre el WEC y la F1

La alegría que desprende en el WEC contrasta con las frustraciones que le persiguen en la Fórmula 1.

Las dos caras de Alonso se reflejan en su presencia en el WEC y en la F1

Las dos caras de Alonso se reflejan en su presencia en el WEC y en la F1 / Sport.es

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Fernando Alonso ganó el domingo, junto a Sebastién Buemi y Kazuki Nakajima la tercera carrera del WEC en sus tres apariciones. El balance no puede ser mejor para el asturiano, que con este nuevo desafío buscaba encontrar nuevas motivaciones para su carrera deportiva. La exclusión de las 6 Horas de Silverstone queda como anécdota, puesto que se mantiene como líder y tampoco puede mancillar las excelentes sensaciones que desprende en esta nueva etapa.

La alegría que desprende Alonso en sus apariciones en el WEC, donde dispone del volante del coche ganador, contrasta con los problemas y frustraciones que vive en la Fórmula 1. De Silverstone, donde pudimos ver el Fernando más abierto y distendido, a Spa-Francorchamps, donde este fin de semana se reanuda el campeonato de Fórmula 1. Los problemas y la falta de competitividad del McLaren pesan como una losa en él.

Fernando Alonso, durante el paréntesis de la F1, desveló un secreto a voces: En 2019 no estará en la parrilla de la Fórmula 1. Dos días después del anuncio, McLaren ya nombró a su sucesor: Carlos Sainz. El asturiano tiene en frente nueve grandes premios antes de afrontar un nuevo reto para compaginar con el WEC, certamen cuya próxima cita será en Fuji.

Falta de alicientes

El asturiano comentó en Silverstone que la falta de acción en pista en la F1 y no los pobres resultados fue lo que motivó su decisión de abandonar la categoría a final de año. “La acción en pista no es la que soñé cuando llegué a la F1, o cuando estaba en categorías diferentes, o la acción en pista que experimenté en otros años”, indicó.

Sobre el futuro se ha guardado una puerta abierta para el regreso y aseguró que no desvelará qué va a hacer hasta final de temporada, aunque sí confirmó que está evaluando opciones en la IndyCar. “Sé que existe la posibilidad de hacer un test. Pensaré y decidiré. Podría ser interesante porque obviamente el año pasado disfruté mucho de la Indy 500. No conozco ese coche en una configuración normal o en un circuito normal, por lo que puede ser una posibilidad, pero antes que nada, quiero tomarme un tiempo para digerir la retirada, digamos, de la F1”.

A pesar de no competir en la F1 en 2019, dejó claro que está dispuesto a regresar a partir de 2020 porque sería estúpido cerrarse cualquier oportunidad ahora. “La puerta abierta es porque pienso que estoy conduciendo al mejor nivel de mi carrera ahora y es absurdo cerrarse puertas cuando no sabes qué puede pasar. Aún soy joven. No tengo 45 años. Me siento fuerte y estoy haciendo este año 27 carreras, así que mi pensamiento es parar ahora. Y es por eso que me detengo. ¿Pero quién sabe qué puede pasar en el futuro?”.

Test en la Indy

Desde que Fernando anunció que en 2019 no estará en la F1 rápidamente se ha asociado su futuro a la Indycar y en Estados Unidos aseguran que va a realizar un test en un circuito tradicional. Por otro lado, se da por hecho de que McLaren arrancará un programa en la IndyCar, asociados con Andretti, y que ello se desvelará en las próximas semanas.

El año pasado el asturiano ya participó en las 500 Millas de Indianápolis, pero todos los kilómetros los hizo en un óvalo, un trazado que requiere un paquete aerodinámico muy particular.

Según diversas fuentes que nos llegan desde el otro lado del Atlántico este test sería en septiembre, justo después del GP de Italia. Todo apunta a que Alonso probaría el coche en el Barber Motorsports Park, en Alabama, en un circuito de 3,7 kilómetros. Curiosamente, el mismo lugar en el que visitó el paddock de IndyCar por primera vez antes de su asalto a las 500 Millas.

Según las mismas fuentes, el asturiano tiene previsto subirse a un bólido del equipo Andretti, con el que ya compitió el año pasado en Indianápolis, pero todo apunta a que si corre en 2019 la Indycar lo hará con Harding Racing, con el apoyo de Andretti y McLaren, y motor Chevrolet. En su debut en Indianapolis participó con un motor Honda, fabricante que ya ha anunciado que no ve ningún problema para suministrarle motores a McLaren y a él si deciden embarcarse en la aventura americana.