F1 VS 500 MILLAS INDIANÁPOLIS

Fórmula 1 contra las 500 millas, principales diferencias entre las pruebas

Ambas competiciones pueden parecerse por los coches, pero su formato y características son muy distintas.

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Las 500 millas de Indianápolis es una de las pruebas más seguidas del mundo. / MOTOR

Àlex Soler

Àlex Soler

Este fin de semana coinciden dos de las pruebas más emblemáticas del mundo del motor: el <strong>Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1</strong> y las 500 millas de Indianápolis. Como todo el mundo ya sabe, la Indy500, nombre con el que también se conoce la carrera norteamericana, es noticia este año en España por la renuncia del piloto de McLaren HondaFernando Alonso, de correr en Mónaco para participar en Indianápolis y así intentar acercarse a su sueño de conseguir la Triple Corona, reconocimiento no oficial que se consigue ganando el Gran Premio de Mónaco, que el asturiano ya ha ganado, las 24 horas de Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis. Hasta ahora, solo el británico Graham Hill lo ha logrado gracias a su victoria en Estados Unidos en 1966, su triunfo en Francia en 1972 y las múltiples ocasiones en las que ganó en Mónaco.

Aunque a primera vista la F1 y las 500 millas se parecen, no hace falta más que un minuto observando para darse cuenta de que son muy distintas. La primera gran diferencia se encuentra en el circuito. En el Indianapolis Motor Speedway, los 33 pilotos que participan en la Indy500 dan vueltas en un circuito ovalado con cuatro curvas siempre en la misma dirección. Además, la otra gran diferencia se encuentra en la duración de la carrera, pues se dan un total de 200 vueltas en unas tres horas y media.

SALIDA LANZADA Y MÁS VELOCIDAD

Una de las particularidades que hacen altamente emocionante las 500 millas de Indianápolis es la salida lanzada. En el inicio de la carrera, un coche llamado 'Pace Car', que cambia cada año, se encarga de situarse delante de todos los pilotos y encabezar la parrilla durante unas vueltas de calentamiento. Cuando el conductor del Corvette Grand Sport, modelo designado para esta 101ª edición, considera que el ritmo es el adecuado, se aparta para dar paso a la carrera. Así, los conductores inician la prueba pegados pero ya a una alta velocidad.

Un punto positivo para las 500 millas es la alta competencia en la prueba. Los equipos solo pueden escoger entre dos motores, un Honda o un Chevrolet, con las mismas especificaciones: un V6 biturbo de 2.2 litros. Gracias a la ligereza del monoplaza americano, 716 kg, los pilotos llegan a velocidades superierores a los 376 km/h. Llegados a este punto, los participantes dependen de su habilidad y pericia al volante, ya que todos los coches son casi igual de veloces. Además, Dallara es el único proveedor de chasis y Firestone el único fabricante que suministra neumáticos, que son más anchos en el eje derecho para girar mejor. La igualdad entre monoplazas es máxima.

ADIÓS A LA ESTRATEGIA

En la F1Alonso es un piloto al que le gusta aprovechar el mal tiempo o factores anómalos que le permitan mejorar su rendimiento gracias a su habilidad. En la Indy500, el astuariano sabe que si hay mal tiempo no se corre, que todos los pilotos hacen, normalmente, seis paradas en boxes, por lo que tampoco puede arañar posiciones por este aspecto, y que la pole no es para nada decisiva porque los adelantamientos son mucho más habituales que en la Fórmula 1. Sin embargo, aunque las paradas en boxes sean las mismas para cada piloto, los equipos sí repostan combustible, por lo que todo debe salir a la perfección para que la parada no acabe en un susto. Así, el asturiano deberá dar todo lo que tiene para ganar una carrera en la que la habilidad prima por encima de todas las cosas. Solo los accidentes serán circunstancias que podrá aprovechar.

Una vez terminada la carrera, el ritual también cambia. Mientras que en la F1 hay podio y entrega de premios, en la Indy500 se omite este paso. Aun así, el ganador debe brindar y bañarase en leche además de alzar el trofeo Borg Warner, que pesa cerca de los 50 kilos. 

Alonso espera ya para escuchar el tradicional 'ladies and gentleman, start your engines', cruzar la línea original de ladrillo y correr a una velocidad endiablada durante tres horas y media. Eso sí, el asturiano resta bajo la amenaza de lluvia, ya que los radares indican un 50% de probabilidad de precipitación. En caso de lluvia, la carrera sería aplazada al lunes. Alonso sabe que puede ganar porque es uno de los pilotos más completos del planeta. Sin embargo, lo que se le viene encima es algo muy nuevo para él y deberá exprimirse al máximo para acercarse a su sueño: la Triple Corona