Opinión: El Dakar dicta sentencia

La estrategia ha sido determinante para el desenlace de una de las ediciones más igualadas y emocionantes

La gestión de KTM, con Jordi Viladoms al frente y la ayuda de Marc Coma, ha sido crucial

El desierto de Arabia Saudí, un magnífico escenario para un emocionante Dakar

El desierto donde se desarrolla el Dakar / ASO

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El Dakar termina hoy en Jeddah después de una última etapa de 164 kilómetros que tradicionalmente resulta ser un trámite. Está, salvo sorpresas de última hora, todo definido y Nasser Al-Attiyah se anotará su cuarto Dakar después de haber dominado la carrera de principio a fin. El catarí lo ha hecho con una solvencia inesperada y tras una última semana en la que ha tenido que convivir con los miedos de correr para no ceder tiempo ante Loeb y no cometer errores que le costaran el más que merecido triunfo.

EL BRITÁNICO SAM SUNDERLAND, por su parte, a los mandos de una Gas Gas, marca del grupo KTM y que utiliza la misma moto que KTM y Husqvarna, lo tiene todo a su favor para ganar su segundo Dakar. Lo hizo en 2017 y saldrá como favorito en la última etapa, en la que su máximo rival será el austríaco Matthias Walkner. La penúltima etapa clarificó una de las ediciones más igualadas y en la que KTM demostró el por qué había ganado 18 veces de forma consecutiva. Su estrategia fue la mejor, moviendo diferentes peones para que agitaran la carrera y el resultado, con la prudencia que merece el Dakar y los kilómetros de la última etapa, ha sido excepcional.

LA BATALLA de la penúltima etapa se empezó a librar días antes, pero muy especialmente la víspera, en la que Sunderland y Walkner perdieron tiempo en los últimos kilómetros para salir más retrasados. Quintanilla y Barreda decidieron penalizar durante el último enlace en un radar de velocidad, aunque nadie les advirtió que ello penalizaba con tiempo pero no en el orden de salida. El error lo han pagado caro. Ya habíamos dicho que la táctica resultaría clave, que la cabeza no se podía influenciar con el corazón y en este sentido la gestión de KTM, con Jordi Viladoms al frente y que en esta ocasión ha contado con la ayuda de Marc Coma, ha sido crucial.