Cómo abaratar el mantenimiento de un vehículo

Tener un vehículo propio trae consigo muchas ventajas, pero implica asumir gastos elevados. Afortunadamente, es posible reducir algunos costes tomando ciertas medidas preventivas. Acciones como calcular el precio del seguro antes de renovar tu póliza o visitar el taller mecánico esporádicamente pueden representar un ahorro significativo a fin de año.

Conduce con cuidado

Conduce a una velocidad constante, sin acelerar o frenar intempestivamente. De esta manera tendrás menos problemas mecánicos, evitarás el desgaste prematuro de los neumáticos y ahorrarás combustible.

No dejes el pedal de embrague presionado en el semáforo con la caja en primera. Esta costumbre común entre los conductores reduce la vida útil del embrague. Coloca la palanca de cambios en punto muerto y suelta el pedal de embrague al detenerte.

Contrata un seguro adecuado

Elegir una compañía aseguradora al azar sin informarse previamente de los detalles del contrato y pagar un seguro elevado contra todo riesgo son errores muy frecuentes. Compara precios en distintas aseguradoras, elige la cobertura que se adapte mejor a tus necesidades y revisa detenidamente la póliza de seguro. Utiliza un comparador online o comunícate con diferentes aseguradoras antes de decidir, para saber cuáles son los precios que están ofreciendo. Muchas compañías cuentan con promociones especiales para nuevos clientes que podrías aprovechar.

Lee atentamente la póliza y verifica qué tipos de riesgo cubre. Identifica si algún ítem es innecesario y solicita que lo eliminen a cambio de una rebaja en el valor final. Por ejemplo, si en la póliza figura una protección contra daños producto del granizo y vives en una ciudad en la que ese fenómeno climático es muy inusual, puedes prescindir de ella.

Controla tus neumáticos

Los neumáticos desgastados o desinflados incrementan la fricción y generan un mayor consumo de combustible. Verifica que los neumáticos tengan la presión de aire correcta. Si bien puedes pagar para utilizar la bomba de aire de las estaciones de servicio, es preferible que adquieras un compresor. Revisa tus neumáticos para comprobar que se encuentren en buen estado. Rótalos periódicamente para prolongar su duración. Coloca los que cuenten con mayor superficie de rodadura en la parte delantera del vehículo. Algunas empresas ofrecen este servicio sin cargo para sus clientes.

Asiste al mecánico regularmente

Realiza el mantenimiento preventivo de tu vehículo. Los daños graves y costosos del motor pueden evitarse si reemplazas las piezas pequeñas que se desgastan con el uso en el momento adecuado. Efectúa un cambio de aceite y filtro cada 15.000 kilómetros. Reemplaza los amortiguadores a los 60.000 kilómetros. Sustituye el líquido de frenos a los 80.000 kilómetros y las pastillas a los 100.000 kilómetros. Cambia el embrague y la correa de distribución cuando sea necesario, conforme a las indicaciones del fabricante.

Reduce el costo de la ITV

Según las estadísticas de la Asociación de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), el 18% de los automóviles no supera la primera inspección. Si bien la mayoría de los centros ofrecen una segunda oportunidad de revisión antes de perder el dinero abonado, el lapso de tiempo establecido entre una y otra es insuficiente para efectuar reparaciones de gran magnitud. Por lo tanto, si no quieres tener que abonar la tarifa de la ITV dos veces, lleva tu coche al taller mecánico antes de presentarte en el centro de inspección. De esta manera, te asegurarás de que está en óptimas condiciones para pasar la prueba.

Ten en cuenta que los precios asignados a la ITV son diferentes en cada comunidad y que no estás obligado a llevar tu automóvil al lugar que se encuentra más cerca de tu domicilio. Averigua el monto de la ITV en las ciudades vecinas y dirígete al centro que tenga tarifas más económicas.