Tuchel, indignado con sus jugadores

Thomas Tuchel, en la final de la Champions League.

Thomas Tuchel, en la final de la Champions League. / AFP

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Las aguas no bajan precisamente calmadas por el río Sena en su paso por París. Pese a llegar por primera vez en su historia a la final de la Champions League y dar ese salto final en la máxima competición europea ni Tuchel tiene la confianza necesaria por parte de la directiva ni los jugadores parecen ir de la mano con el entrenador.

El técnico alemán estaba totalmente en contra en dar más vacaciones a su plantilla después de la derrota ante el Bayern, aplazando así su encuentro de la Ligue 1 ante el Lens del pasado 29 de agosto. El PSG todavía no ha debutado en la competición liguera debido a la disputa de la final a ocho en Lisboa.

Tuchel quería jugar ya pero la directiva sí logró aplazar el partido y como consecuencia se le dio a la plantilla unos días de descanso antes de preparar el inicio de la nueva temporada. Más allá de la decisión que ya no gustaba al técnico del PSG, algunos jugadores se tomaron a la ligera la palabra vacaciones y decidieron irse a pasar unos días en Ibiza. Casos como el de Di María, Leandro Paredes y el propio Neymar, a quien se le vio con Sandro Rosell.

El PSG informó, tras las pruebas PCR pertinentes, que había tres posibles casos de coronavirus en el equipo entre los que se encontraban precisamente Di María y Paredes. La isla balear no es precisamente un lugar muy seguro para los futbolistas que ya sabían a qué se arriesgaban. 

Neymar, señalado

No parece que Neymar se encuentre entre estos casos pero que se dejara ver por Ibiza con múltiples fotografías colgadas en sus redes sociales ha sido otro de los motivos de enfado de Tuchel. Si la estrella no da ejemplo de lo que predica el entrenador es mucho más difícil recuperar confianza perdida con el resto de la plantilla.

También con una directiva que sigue indignada por decisiones técnicas como la de dejar a Mauro Icardi los 90 minutos de la final de Lisboa en el banquillo. 60 millones han pagado para quedarse en propiedad al argentino y dejar ir a un Cavani que era más del agrado de Tuchel.

Entre pitos y flautas, todo apunta que salvo ‘orejona’ a final de temporada, el alemán deberá hacer las maletas para irse de París. Si es que no lo tiene que hacer antes.