El VAR hizo bien en no entrar en el Real Madrid - Leganés

El estreno del VAR en la ida de los octavos de Copa del Rey no ha hecho más que alimentar la polémica respecto a la utilización de esta tecnología. Tres son los encuentros donde vuelven a surgir las quejas: Real Madrid - Leganés

Desde SPORT os podemos asegurar que el empleo del VAR tanto en el Bernabéu como en Getafe fue conforme a lo que establece el protocolo de la FIFA y de la Internacional Board.

Un principio que, como ya hemos expresado en este periódico en alguna ocasión, responde a dos preceptos clave que deben aplicarse a nivel mundial. 

El primero es "mínima interferencia, máximo beneficio", es decir, que la presencia del VAR debe reducirse a solo aquellos casos donde es estrictamente necesario dentro de los cuatro supuestos del mismo: gol, penalti, tarjeta roja y confusión de identidad. Fuera de estas cuatro situaciones, el VAR no puede entrar. 

Segundo y consecuencia del primero, es que el VAR sólo puede entrar, también según el precepto del mismo protocolo de la FIFA e IFAB, cuando el error sea "grosero o grotesco". Es decir, un error claro y manifiesto. 

Y bajo estos preceptos claros se está ejecutando el VAR, implantado en España gracias al esfuerzo económico de LaLiga que asume los tres millones de euros anuales después de ser el pionero en su instalación, junto a la puesta en práctica por el CTA que preside Carlos Velasco Carballo, instructor del VAR en el Mundial Sub20, primer torneo de selecciones donde se utilizó; Copa Confederaciones 2016,  junto al Mundial de Clubes, el pasado Mundial de Rusia, etc...

El VAR nunca actuará en penaltis dudosos o interpretativos

En cuanto a los penaltis, objeto de la mayoría de críticas en lo que respecta al VAR, siempre hay un elemento interpretativo del árbitro que está en el terreno de juego, tal y como establecen las Reglas de Juego de la Internacional Board.

Y eso es precisamente lo que sucedió en las acciones sucedidas en Copa en el Bernabéu o el Coliseum.  Porque en el Real Madrid - Leganés, tanto en la jugada de Rodrigo Tarin que Gil Manzano no consideró penalti, como en la jugada posterior de Gumbau donde sí lo hizo, las jugadas fueron claramente interpretativas y las repeticiones no aclaraban nada respecto a lo sucedido.

Por ese motivo no hay un claro error manifiesto en ninguna de las dos situaciones. Y por eso Mateu Lahoz nunca indicó o comunicó a Gil Manzano que revisara las dos acciones. Porque todas las jugadas del partido se revisan en la sala de VAR.

Estas acciones no son comparables con lo sucedido el domingo pasado ante la Real Sociedad, donde las imágenes sí pueden acreditar ese error claro y una vez que Munuera Montero estimó que Rulli toca balón, desde la sala Melero López debió instarle a que revisara la acción ante la posible existencia de un penalti. Así lo hizo Hernández Hernández con Sánchez Martínez en el último clásico.

Lo mismo sucedió en el Getafe - Valladolid y la posible pena máxima sobre Jorge Molina. Otra situación claramente interpretable, luego prevalece la decisión de Melero López, que completó un buen arbitraje, y que eso explica porque el excolegiado Álvarez Izquierdo, responsable de VAR del encuentro, no modificó nunca la decisión de Melero ni le instó a revisar.

El árbitro nunca puede pedir al VAR que intervenga y estos principios son aplicables en el resto de situaciones de gol o tarjeta roja. De ahí por qué nunca entró en la entrada de Luis Suárez a Nacho en el Camp Nou, una jugada que da pie a distintas interpretaciones respecto a la tarjeta que debió ver, y que hizo caer el precepto del protocolo del VAR.

Todos estos mensajes se han transmitido en todos los vestuarios de Primera División, salvo en el del Atlético de Madrid y el del Valladolid que no encontraron fecha. 

Confianza ciega en el VAR y en el modelo actual con los árbitros

Sin embargo, lo sucedido no quiebra ni modifica la postura tanto de LaLiga como de la RFEF respecto al VAR. Estos errores puntuales no pueden empañar un sistema que ha evitado cerca de 60 errores graves en Primera División desde que arrancó la competición el pasado mes de agosto.

Tanto la Patronal como la RFEF y el propio estamento arbitral tienen confianza ciega en esta tecnología. Y para nada esta sobre la mesa modificar el modelo actual, donde los árbitros en activo son los árbitros de VAR junto a aquellos árbitros que se retiren por razón de edad.

En esta situación está Álvarez Izquierdo, retirado al final de la pasada temporada, y podría estar Undiano Mallenco en la 2019-2020 si decidiera continuar como VAR una vez cuelgue el pito al final de la presente temporada.

Así está reglamentado en la reciente modificación del Reglamento de la RFEF y así se va a trabajar con los árbitros de Segunda División de cara a la próxima temporada, donde se pondrá en marcha el videoarbitraje en la categoría de plata del fútbol español.