Muere Uriarte, leyenda del Athletic

Fidel Uriarte, futbolista de leyenda en el Athletic Club de Bilbao, con el que jugó 394 partidos entre 1962 y 1974 falleció este lunes a los 71 años, según informó el club vasco.

Nacido en Sestao el primero de marzo de 1945, Uriarte traslada el recuerdo a las colecciones de cromos que causaban furor en la década de los 60 y 70 del pasado siglo, formando parte indiscutible de la página dedicada al Athletic junto a los Iribar, Saez, Arieta, Arieta II, Rojo I o Aranguren.

Delantero revoltoso y con un ápice de rebeldía, Uriarte fue el gol que sucedió en el Athletic a Artetxe y que devolvió el recuerdo del inigualable Zarra. Pichichi en la temporada 1967-68 con 22 dianas (seis más que Luis Aragonés), Fidel Uriarte fue catapultado al primer equipo del Athletic en 1962, con 17 años, y le dio toda la cancha Ángel Zubieta, quien apostó por él de manera indiscutible, alineándole en 27 partidos aquel curso, todos como titular y todos completos.

Debutó a los 17 años con el primer equipo y se marchó al Málaga 120 goles después

Enamoró a la hinchada de San Mamés desde el primer momento y nunca jugó menos de 25 partidos por temporada, en una época en que una Primera División de 16 o 18 clubs y torneos europeos sin liguillas provocaban mucho menos desgaste que en la actualidad.

Su primer partido, en La Rosaleda, coincidió con el debut de Iribar, catapultado por la lesión de Carmelo y que a diferencia de él aún tuvo que esperar un año para hacerse indiscutible en las alineaciones.

Acabada la temporada 1973-74, con 120 goles marcados para el club, sorprendió su marcha al Málaga, a la vez que Arieta II también dejaba Bilbao con destino al Hércules e Iñaki Saez, quien había comenzado con él en el Athletic, se retiraba.

Uriarte fichó en 1974 por el mismo Málaga ante el que había debutado el 23 de septiembre de 1962 y su lugar en la plantilla fue ocupado por Dani, procedente del Barakaldo y que acabaría jugando ocho partidos más con los leones.

Su imagen devuelve el recuerdo de los cromos y del fútbol que no se detenía en Navidad

Su figura, sin embargo, permaneció y permanece en el imaginario del Athletic con el que conquistó la Copa del Generalísimo en 1969 y 1973, la primera derrotando al Elche por 1-0 en el Bernabéu y la segunda imponiéndose por 2-0 al Castellón en el Vicente Calderón. En ambas ocasiones, por supuesto, fue titular.

Aquejado hace meses por una grave enfermedad, Uriarte regresó al primer plano el tres de noviembre, la noche en que Urzaiz marcó cinco goles al Genk porque él fue el último león en marcar un repóquer en un solo partido: el 31 de diciembre de 1967 en un 8-0 liguero al Betis.

Y es que en aquella época, cuando el fútbol sí era de los aficionados y no se detenía por Navidad, Uriarte formaba parte de aquella imagen que, todavía, se mantiene en los viejos cromos de colecciones inolvidables.

Descanse en paz.