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La fractura total de la Liga y la Federación: Tebas - Rubiales

Rubiales y Tebas siguen sin ponerse de acuerdo

Rubiales y Tebas siguen sin ponerse de acuerdo / EFE

Ramón Fuentes

Ya tenían posturas dispares antes del nombramiento de Luis Rubiales como presidente de la RFEF. Fecha de la que se cumplirá un año en las próximas semanas. No en vano como anterior presidente de la AFE ya le planteó una huelga de futbolistas a la patronal de Javier Tebas. Pero desde su ascenso a la institución federativa esas diferencias se han incrementado. Hasta el día de ayer donde se reflejó la fractura casi total que puede ser aún mayor en la Asamblea de la RFEF del próximo lunes en la Ciudad del Fútbol de las Rozas.

A día de hoy RFEF y LaLiga, patronal y federación, están enfrentados prácticamente en el 100% de las materias de organización conjunta. Lo último en sumarse es el calendario de la próxima temporada 2019-2020 después de la segunda negativa presentada en el día de ayer por la RFEF a la propuesta de la patronal y que obliga al CSD, así lo recoge el convenio de coordinación a tener que intervenir e intentar lograr un acuerdo.

La Liga no acepta el nuevo modelo de Copa del Rey (a partido único salvo semifinales) y la “Final Four” de la Supercopa que la RFEF quiere poner en marcha. Así además lo dejó evidenciado en la Asamblea de este miércoles donde 39 clubes de los 42 profesionales votaron en contra. Sólo dos lo apoyan (se dice que Real Madrid y Fútbol Club Barcelona) y hubo una abstención. Desde la patronal se entiende que estas modificaciones sean adoptado sin contar con el futbol profesional, afectadas por las mismas. Con un calendario paralizado en manos del CSD, una negativa del fútbol profesional, Luis Rubiales quiere sacarlas adelante el próximo lunes en la Asamblea de la RFEF. Lo mismo que un calendario donde tenga cabida estas dos competiciones. Decisión que los clubes profesionales presentes en la misma tienen intención de impugnar y llevarlo ante la justicia ordinaria. Y de momento aquí tiene que intervenir el CSD por normativa. Veremos como actúa una vez se produzca la Asamblea del próximo lunes. De hecho es la segunda vez en menos de un año que el calendario ha tenido que obligar a intervenir al órgano estatal. Yo lo hizo en julio pasado ante las diferencias entre RFEF y LaLiga sobre la final de Copa.

El convenio de coordinación también “intervenido” por el CSD

Y luego está la cuestión del convenio de coordinación y la renovación del mismo. También ayer la Liga en un escrito volvió a dejar claro que no está dispuesta ceder en las tres cuestiones capitales de cara a la renegociación: los horarios de los partidos, el nombre de la competición y el balón de la liga. Tres apartados donde la RFEF entiende que debe participar y llevarse algo del pastel. La Liga se acoge al Real Decreto de venta centralizada de 30 de abril del 2015 y el Real Decreto de Federaciones deportivas. La RFEF además no quiere más partidos los lunes. Entiende que es una concesión suya firmada en el convenio en el verano del 2014. La Liga sigue interpelando al Real decreto y la comercialización de los derechos de los clubes profesionales para defender que el lunes es inamovible. También aquí ha tenido que mediar el CSD para que se sienten a negociar. Ahora tienen hasta el próximo 6 de mayo para que cada uno traiga un borrador de su convenio.

Próximos puntos de enfrentamiento: los árbitros y el VAR

En este estado de guerra total hay dos futuros campos de conflicto que se abrirán de manera inmediata. Uno de ellos ya lo está y ayer volvimos a vivir un capítulo muy desagradable. El primero es la cuestión arbitral. Hasta ahora era la única materia en la que RFEF y LaLiga se habían puesto de acuerdo estando ya Luis Rubiales como presidente. Se trata del acuerdo firmado el verano pasado para las próximas cinco temporadas donde se actualizan los emolumentos del estamento arbitral ante la implantación del VAR. Pues también aquí van a saltar chispas. La RFEF quiere incluirlo ahora en el nuevo convenio  como  venía sucediendo hasta ahora en los anteriores, incluido el actual antes de la firma de esta renovación; mientras que la Liga aboga por dejarlo fuera. Pues aquí la situación es límite. La RFEF no sólo exige que debe estarlo alegando que los árbitros son potestad federativa, ha llegado incluso a amenazar con cargarse el Comité de Designación Profesional que establece el Real Decreto de Federaciones deportivas (un representante del CTA, otro de la Liga y un tercero de consenso) alegando que no responde a la normativa ni de UEFA ni de FIFA donde los árbitros son competencia exclusiva suya.

Y luego está el convenio del VAR. También este era otra de las materias que hasta ahora había un consenso, si bien es cierto que se firmó en enero del 2018; aún no estando Luis Rubiales como presidente de la RFEF. Pues también aquí se ha sacado el hacha de guerra. El convenio concluye al final de la presente temporada y ahora mismo amenaza con irse a pique. Dicho acuerdo otorga a la Liga y a la empresa audiovisual MEDIAPRO toda la dotación tecnológica y la gestión de las imágenes del VAR. No en vano la empresa audiovisual catalana tiene la licencia de FIFA y es suministradora de VAR en muchas otras grandes ligas.

También aquí las posturas están a años luz porque la RFEF se plantea explotarlo sin contar con la patronal. En cuanto a los 3 millones que la Liga aporta en la dotación tecnológica, desde el estamento federativo entienden que sino es la patronal son los clubes los que deben responder para poder tener la mejor dotación en sus estadios. Incluidos los de Segunda donde todavía no se ha empezado a trabajar en la adecuación de sus estadios para la puesta en marcha del VAR en la próxima temporada.

Sólo en lo que afecta a la materia audiovisual, en las últimas horas Luis Rubiales ha acusado a MEDIAPRO de supuestos sobornos a FIFA a lo que la entidad ha contestado con la iniciación de acciones legales.

No debemos olvidarnos la liga femenina, el partido de Miami que la Liga quiso celebrar el enero pasado y que la RFEF frenó desde un principio, los problemas de la Supercopa a partido único del pasado verano etc..Estamos en el momento de más tensión que se recuerde en nuestro fútbol entre la RFEF y la Liga. Las dos instituciones que lo dirigen y sus dos cabezas visibles.  Y dada la situación el CSD va a tener que intervenir adoptando decisiones y no sólo tratando que las partes lleguen a acuerdo. Pero encima esto se produce a puertas de unas elecciones donde, quien sabe si pudiera haber cambio de gobierno, que afectaría directamente a la gestión de la Secretaria de Estado para el Deporte.