Aguas revueltas alrededor de Yannick Carrasco

Si bien en las últimas semanas el Atlético de Madrid ha recuperado su condición de aspirante en la lucha por el título, también es cierto que las aguas andan algo revueltas en el vestuario colchonero alrededor de Yannick Carrasco.

El equipo de Simeone echa en falta la aportación que el belga tuvo en el pasado, cuando era un hombre importante en los esquemas de ataque rojiblancos. Ahora, su rendimiento está muy lejos del ofrecido en la pasada temporada a estas mismas alturas. Entonces sumaba 10 dianas y en el presente curso apenas 3 goles aparecen en su cuenta personal.

Simeone solo ha contado con Carrasco como titular en nueve partidos de los 23 que ha disputado el Atlético, y unicamente ha completado tres de ellos. En otros seis estuvo fuera del equipo, cinco de ellos por molestias físicas. El sexto fue el pasado domingo, en Sevilla ante el Betis, cuando Carrasco tuvo que ver todo el partido desde el banquillo, algo que no le ocurría desde septiembre de 2015.

Falta de compromiso

A este bajón en su rendimiento, hay que añadir otras circunstancias que enturbian el ambiente del vestuario rojiblanco. A Yannick Carrasco se le acusa de falta de compromiso con el equipo, de anteponer sus intereses personales a los del grupo y de haber desconectado en las últimas semanas.

El pasado verano, Carrasco se mostró abierto a una salida del club hasta el último momento, a pesar de que el Atlético estaba sancionado por la FIFA y sin la posibilidad de reforzarse. No gustó en el club pero se entendió que había que pasar página y esperar que la progresión del belga continuase en la presente temporada.

Pero Carrasco no solo está por debajo de sus prestaciones en el pasado, sino que da la sensación de haber desconectado del equipo. La paciencia de sus compañeros se agotó el pasado 18 de octubre, cuando el Atlético jugó en Baku ante el Qarabag, en la tercera jornada de la fase de grupos de la Champions League. El resultado era de empate cuando Carrasco fue sustituido por Simeone, y el belga se tomó su tiempo para salir del campo pese a las urgencias del equipo rojiblanco. Se retiró andando, sin prisa alguna, a pesar del requerimiento de sus compañeros para que agiliazara la sustitución.

Luego, en el vestuario, sus compañeros le recriminaron la actitud y Yannick se defendió, quejándose de que no se valorara en su justa medida que hubiera jugado ese partido teniendo molestias en la rodillo. Una situación de tensión que ya había sucedido semanas antes, cuando el Atlético visitó el campo del Leganés, y al fin del partido tuvo sus más y sus menos con Gabi.

El núcleo duro del vestuario no tiene una buena relación con Carrasco, a quien acusan de mirar más por él que por el grupo. Carrasco ha estado cerca de un mes recuperándose de sus molestias en la rodilla pero tras su regreso a la normalidad de los entrenamientos no ha logrado convencer a Simeone para que vuelva a contar con él como uno de los elementos importantes del equipo.

Todo un problema para el Atlético en el presente pero más para el jugador de cara al futuro. Sobre todo si la llegada en enero de Vitolo significa un menor protagonismo del belga.