Faustino Reyes, plata de ley en el ring de Badalona

En Barcelona 92 se convirtió en el segundo español más joven de la historia en lograr medalla olímpica

Ofreció su medalla al Rey Juan Carlos I, quien asistió al combate final

Faustino Reyes luce orgulloso su medalla de plata en los Juegos de Barcelona

Faustino Reyes luce orgulloso su medalla de plata en los Juegos de Barcelona

Lluís Payarols

Lluís Payarols

Si consigo una medalla en Barcelona 92 se la ofreceré al rey Juan Carlos I, al que he tenido el honor de estrechar la mano”. El autor de este deseo que se hizo realidad fue un boxeador residente en Almería desde los once años. Faustino Reyes López (Marchena, 27 de abril de 1975) hizo historia sobre el ring olímpico.

Fue en Badalona, en el antiguo pabellón del Joventut. Allí se disputó el torneo olímpico de boxeo. Faustino competía en el peso pluma, junto a otros 30 púgiles. Conocía bien el cuadrilátero badalonés, ya que meses atrás había participado en el Boxam -torneo internacional de España, a la sazón preolímpico- y había sido campeón en su peso.

Pero afrontar la cita olímpica era otra cosa. A las órdenes de Fernando Serra, el boxeador andaluz creyó en sí mismo hasta el final y fue apartando de su camino a todo aquel que le desafiaba.

Cuatro triunfos

A sus 17 años y 3 meses, Reyes sumó a su pegada el desparpajo de quien tenía el futuro por delante. Empezó derrotando al británico Brian Carr. En octavos de final hizo lo propio con el tailandés Somluck Kamsing. En cuartos, también pudo con el cubano Eddy Suárez y en semifinales, con el georgiano Ramazi Paliani.

La visita del Rey

Medalla asegurada... y sorpresa. Porque el rey Juan Carlos estuvo presente en el combate y fue a saludarle a los vestuarios cuando acabó. Misión cumplida, aunque quedaba por saber el metal que luciría.

El 9 de agosto, el rival era el alemán Andreas Tews, subcampeón del peso mosca cuatro años atrás. Faustino no pudo con él y, tras los tres asaltos reglamentarios, cayó por 7 puntos a 16. Pese a ello, la plata fue de ley y, además, se convirtió en el segundo medallista olímpico español más joven de la historia en ese momento, tras Carolina Pascual. Aquel chaval natural de Marchena pudo cumplir su promesa inicial y dio al boxeo español un gran éxito sobre el ring badalonés.

No participar en Atalanta 96, su gran decepción

A partir del éxito en Barcelona, la carrera de Faustino Reyes no fue nada fácil, tanto a nivel deportivo como personal. En el plano pugilístico, una de sus grandes ilusiones era defender su medalla de plata en la siguiente cita olímpica, Atlanta 96. No pudo obtener su clasificación en los campeonatos mundial y europeo pero cuando parecía que iba a recibir una invitación para participar en la cita de 1996, todo se fue al traste, a favor de un púgil árabe. Un duro golpe.