Usain Bolt logró en los 100 metros su séptimo oro olímpico (9.81)

Por si la expectación no era ya suficiente a la espera de la final más seguida de los Juegos,<strong> el espectacular récord mundial que acababa de establecer el sudafricano Wayne Van Niekerk en 400 lisos (¡43.03!)</strong> añadió aún más ambiente a un excitadísimo estadio 'Engenhao'.

En la presentación, arreciaron los silbidos contra Justin Gatlin y se escucharon aún más los aplausos cuando hizo acto de aparición Usain Bolt, el gran ídolo de la grada y del atletismo mundial.

Campeón olímpico en 100, 200 y 4x100 metros en Pekín 2008 y en Londres 2012, el jamaicano buscaba el primero de los tres títulos a los que aspira en la cita carioca. Antes de la salida, el caribeño se fue a la altura del 50 y aplaudió a los espectadores, que se volvieron literalmente locos.

Pero no había lugar para más fiesta. La tensión se masticaba... En menos de 10 segundos se decidiría el campeón más rápido en la final más rápida... ¿Bolt, Gatlin o aparecería un Van Niekerk? No parecía probable...

Pese a ello, Bolt aún tuvo tiempo para sonreír y señalar al cámara cuando pasó junto a él en la presentación ya en los tacos de salida... Silencio, expectación... llegó la hora de la verdad.

Gatlin rozó la perfección en la salida, pero <strong>no pudo evitar que Bolt lo superase con autoridad en una de sus habituales remontadas</strong>. Incluso tuvo tiempo para levantar los brazos a unos metros de la llegada. El jamaicano estalló de alegría, celebró su victoria con el público, cogió la bandera de Jamaica y dio la vuelta de honor en loor de multitudes. 

<strong>Usain Bolt agrandó aún más su leyenda logrando su séptimo oro olímpico con 9.81</strong>, seguido de Gatlin (9.89) y de un extraordinario competidor como el canadiense Andre de Grasse con 9.91. Sin premio, Yohan Blake fue cuarto (9.93) y también bajaron de los 10 segundos el sudafricano Akani Simbine (9.94) y el marfileño Ben Youssef Meité (9.96).

Larga vida a Bolt, que aún aspira a otros dos oros en 200 y en 4x100 metros. Durante su vuelta de honor, se escuchó la música de Bob Marley, uno de sus iconos.