RETIRADA DE EMBAJADORA

El Gobierno se lanza a una crisis diplomática total con Argentina tras el choque con Milei

José Manuel Albares llama a consultas (retira) "sine die" a la embajadora española en Buenos Aires tras los "insultos" del presidente argentino en el mitin de Vox

Javier Milei

Javier Milei / Lucía Feijoo Viera / PI STUDIO

Mario Saavedra

El Gobierno se ha lanzado un choque diplomático total con Argentina tras las palabras de Javier Milei de este domingo durante un mitin de Vox en Madrid. El presidente argentino se ha referido a la esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, como su "mujer corrupta". Pocas horas después, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha realizado una declaración institucional desde Moncloa para anunciar que llama a consultas (retira temporalmente) a la embajadora española en Buenos Aires, María Jesús Alonso.

Además, ha amenazado con tomar más medidas si el presidente argentino no se disculpa. Aunque no las ha especificado, el siguiente paso más habitual en estas escaladas diplomáticas es la expulsión de los embajadores, lo que supone de facto la ruptura de relaciones diplomáticas. "España también exige al señor Javier Milei disculpas públicas. En caso de no producirse esas disculpas, tomaremos todas las medidas que creamos oportunas para defender nuestra soberanía y dignidad", ha dicho el ministro de Exteriores. "El señor Milei, con su comportamiento, ha llevado las relaciones entre España y Argentina a su momento más grave en nuestra historia reciente".

Pero, por el momento, el Gobierno se ha limitado a retirar temporalmente a la jefa de delegación española, que deberá regresar a Madrid por un tiempo indefinido. “Sine die”, ha redundado el jefe de la diplomacia. Albares no ha convocado al embajador argentino en España, Roberto Bosch, según ha podido confirmar El Periódico de España, del mismo grupo editorial, de fuentes diplomáticas. Esta es otra de las medidas más frecuentes de choque bilateral.

Las "sustancias" de Óscar Puente

El ambiente entre ambos países lleva meses caldeándose. Pedro Sánchez mostró su apoyo a Sergio Massa, el candidato peronista rival de Milei, en las elecciones argentinas del pasado mes de noviembre. Cuando el ultraliberal salió elegido, Sánchez no le felicitó y la reacción del Gobierno al resultado se limitó a una escueta nota del Ministerio de Exteriores en la que sí felicitaba al pueblo argentino por su proceso electoral, pero en la que no se mencionaba siquiera al presidente recién elegido.

Una tensión soterrada que explotó a principios de este mes tras unas palabras de Óscar Puente sobre el presidente argentino. El ministro de Transporte y Movilidad Sostenible dijo con sorna, en unas conferencias, que la única explicación para el comportamiento excéntrico de Milei era la ingesta de "sustancias". La Casa Rosada respondió con un durísimo comunicado en el que cargaba directamente contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, y en el que replicaba parte del argumentario de Vox contra la inmigración irregular. Puente mostró días después su arrepentimiento por sus palabras y el Gobierno de Milei dio por zanjada la crisis. Pero, este domingo, Milei ha vuelto a la carga en pleno cónclave de la ultraderecha en el Palacio de Vistalagre de Madrid, calificando de corrupta a la mujer del presidente.

El nuevo choque se produce a poco del arranque de la campaña electoral para las elecciones europeas del próximo 6 a 9 de junio, en las que se prevé un ascenso importante de los partidos de ultraderecha. Según cómo sean los resultados, puede romperse la suerte de "gran coalición" entre conservadores, socialdemócratas, verdes y liberales que ha reinado en el Parlamento Europeo en las últimas décadas. El Partido Popular europeo se debate en estos momentos sobre si poner un cordón sanitario y, en su caso, qué partidos ultraderechistas deben estar dentro y cuáles fuera.

El alto representante de la Política Exterior europea, Josep Borrell, ha salido en defensa de España y ha criticado la actitud del presidente argentino: "Los ataques contra los familiares de los políticos no tienen cabida en nuestra cultura: los condenamos y los rechazamos", ha dicho el alto diplomático.

Reacción asimétrica

La escalada es inédita. Ante la crisis diplomática desatada por Israel en noviembre del año pasado, el Gobierno no realizó acción alguna. Entonces, Pedro Sánchez acababa de regresar de un viaje a Israel en el que criticó en persona al primer ministro Benjamin Netanyahu la “insoportable” muerte miles de civiles en Gaza (cerca de 40.000 personas, entre ellas unos 15.000 niños a día de hoy) y luego aseguró en varias entrevistas que creía que Israel no respetaba el derecho internacional humanitario. El entonces ministro de Exteriores de Israel, Eli Cohen, convocó a la embajadora española en Tel Aviv, Ana María Salomón, para “una dura reprimenda” y llamó a consultas a su embajadora en España, Rodica Radian-Gordon, que volvería poco más de un mes después. Aquella escalada diplomática se saldó con una reunión de la diplomática con el presidente del Gobierno en Moncloa. 

De momento es poco probable que esta escalada acabe en una ruptura de relaciones. Estas se han producido en algunos momentos de la historia, pero nunca por meras sucesiones de insultos.

El 25 de enero de 2018, Venezuela rompió relaciones con España. El Gobierno de Nicolás Maduro había nombrado al embajador español Jesús Silva persona non grata y lo expulsó por presuntas injerencias políticas de España en Venezuela, tras las sanciones impuestas por la UE contra dirigentes chavistas. España aplicó la reciprocidad diplomática y el gobierno de España declaró persona non grata al embajador de Venezuela en Madrid, Mario Isea, y le expulsó. Las relaciones volvieron a restablecerse el 19 de abril del mismo año, en un contexto de incremento de las sanciones internacionales contra el régimen chavista. Un año más tarde, Pedro Sánchez reconoció al opositor Juan Guaidó como presidente, tras unas elecciones disputadas. 

En 1980, el Gobierno español decidió romper de relaciones diplomáticas con Guatemala, por “la conducta seguida por las autoridades” tras el asalto de la Policía a la Embajada en el que murieron 39 personas. El país vivía entonces una guerra civil, y un grupo de campesinos había asaltado la delegación, que fue asaltada luego por las fuerzas del orden. 

Declaración de José Manuel Albares sobre el presidente argentino Javier Milei

Las gravísimas palabras pronunciadas hoy por Javier Milei en Madrid sobrepasan cualquier tipo de diferencias políticas e ideológicas, no tienen precedentes en la historia de las relaciones internacionales y aún menos en la historia de las relaciones entre dos países y dos pueblos unidos por fuertes lazos de hermandad.

Al señor Javier Milei se le ha recibido en la capital de España, de buena fe, para participar en un acto político de la extrema derecha. Se le ha tratado con todo el respeto y la deferencia debida y se han puesto a su disposición los recursos públicos del Estado español necesarios durante su estancia en nuestro país. Sin embargo, a esta hospitalidad y a esta buena fe, ha respondido con un ataque frontal a nuestra democracia, a nuestras instituciones y a España.

El respeto mutuo y la no injerencia en asuntos internos es un principio inquebrantable en las relaciones internacionales y es inaceptable que un presidente en ejercicio, en visita a España, insulte a España y al presidente del Gobierno de España. Un hecho que rompe con todos los usos diplomáticos y las más elementales reglas de la convivencia entre países.

Por ello, y ante la gravedad de lo ocurrido, he contactado durante las últimas horas a todos los portavoces parlamentarios para recabar su apoyo y lo he recibido de una amplia mayoría. El Partido Popular y Vox no se han pronunciado todavía.

Quiero informarles de que acabo de hablar con Josep Borrell, el Alto Representante de la Unión Europea, quien me traslada que considera que un ataque de este calibre a un Estado miembro es también un ataque al conjunto de la Unión Europea, y me ha indicado que se pronunciará públicamente al respecto en este sentido.

El señor Milei, con su comportamiento, ha llevado las relaciones entre España y Argentina a su momento más grave en nuestra historia reciente. Por este motivo, les anuncio que acabo de llamar a consultas a nuestra Embajadora en Buenos Aires, sine die.

Junto a ello, España también exige al señor Javier Milei disculpas públicas. En caso de no producirse esas disculpas, tomaremos todas las medidas que creemos oportunas para defender nuestra soberanía y dignidad.

Quiero concluir reiterando el sentimiento fraternal que todos los españoles y españolas sentimos hacia el pueblo argentino, muy especialmente hacia los argentinos que viven entre nosotros y contribuyen a nuestro bienestar y crecimiento y a quienes traslado nuestros mejores sentimientos. Al señor Milei, le exigimos el respeto a las formas que se deben entre naciones, que excluyen la injerencia en asuntos internos, y que esté a la altura del gran país al que representa y del puesto que ocupa.

Unas formas y un respeto que jamás habría debido abandonar. Mucho más estando en la capital de España".