El Barça somete la rebelión del Liceo y alza su 13ª Supercopa

El Barça ha revalidado este domingo el título en una Supercopa de España que conquista por decimotercera ocasión gracias a su victoria por 2-3 ante un Deportivo Liceo que se adelantó jugando a la contra y que plantó cara hasta el final ante una media entrada en el Pavelló Olímpic de Reus.

Los azulgranas partían con la presión añadida de haber perdido el pasado fin de semana la Lliga Catalana al dejarse remontar un 2-0 en la final contra el Noia Freixenet, mientras que los gallegos cayeron la pasada campaña ante el Barça en la final de la Copa del Rey y en los tres partidos de la final de la OK Liga.

El equipo que dirige Edu Castro se sacudió esos fantasmas con una exhibición ofensiva y de juego alegre en las semifinales el sábado contra el Parlem Calafell (11-2) y los de Juan Copa eliminaron al anfitrión Reus Deportiu Virginias por 5-3 en un partidazo con sendos 'dobletes' de Dava Torres y del luso Tomas Pereira.

El Liceo tenía muy claro que jugaría a la contra, forzando y aprovechando las pérdidas de su rival y ello le sirvió para hacerse amo y señor de los primeros 10 minutos, con avisos de Pablo Cancela, de Sito Ricart y de Dava Torres, mientras que los azulgranas apenas ofrecieron una media vuelta del genio Pau Bargalló y una llegada de Xavi Barroso.

En esta tesitura, una nueva pérdida azulgrana permitió al capitán liceísta Dava Torres fusilar a Carles Grau con un disparo centrado para establecer el 1-0 al paso por el 8'. Ahí paró el partido Edu Castro con gran acierto y la decoración cambió radicalmente al frenar las pérdidas y desnudar el plan de juego del rival. Sin tantas recuperaciones, la velocidad y la intensidad coruñesas se mantuvieron, pero sin ataques en superioridad.

Juan Copa se dio cuenta enseguida y pidió un tiempo que no le sirvió, con Tiago Rodrigues en plan salvador a disparos de Panadero a la media vuelta y de Marc Grau hasta que por fin en el minuto 18 llegó el 1-1 en un centro-chut de Marc Grau que despistó a Tiago Rodrigues, quizá por el amago que hizo Panadero de desviarlo.

Los gallegos no encontraban el sitio y el Barça lo aprovechó tras un aviso de Joao Rodrigues. El genio Pau Bargalló remontó la línea de fondo y justo antes combinó desde detrás de la portería con Ignacio Alabart, quien firmó el 1-2 en su sexto tanto en cinco partidos entre Lliga Catalana y Supercopa.

Edu Castro entendió a la perfección cómo estaba el partido y la segunda parte empezó mucho más calmada, sin pérdida y sin dejar al Liceo hacer su juego preferido. Los de Juan Copa cometieron el error de dar unos metros a Pau Bargalló y el mejor jugador de la OK Liga logró el 1-3 en el 30' con un chut potentísimo a la escuadra ante la mirada de Tiago Rodrigues.

La mejor prueba de este ritmo más pausado que benefició al Barça es que en los primeros 14 minutos se señalaron 13 faltas y en los 23 siguientes, tan solo cuatro. Ahí estaba el siguiente aliciente de la final al tener los catalanes nueve y los gallegos ocho a 13 minutos del final mientras Marc Grau brillaba en defensa y en recuperaciones. ¿Quién lanzaría la primera directa? ¿Habría gol?

Marc Grau tuvo el 1-4 en su stick en el 38' y Tiago Rodrigues se lo negó a Panadero en el 39'. Ahí paró el partido Juan Copa con un discurso muy positivo. "Os habéis recuperado. Somos la leche. Estamos trabajando muy bien para ganar la Supercopa y para el futuro", empezó el técnico. Esas buenas intenciones necesitaban una décima falta azulgrana y que marcase 'Dava' la directa.

Llegó la décima a 9:23 del final, Dava Torres se levantó del banquillo, tomó la responsabilidad... y no pudo con Carles Grau. Por tanto, 1-3 y el Liceo con ocho faltas. Se le complicaba mucho la final. Además, Ciocale no pudo con el meta barcelonista en una bola muerta y en la siguiente acción su equipo cometió la décima falta, pero 'Paueti' tampoco logró batir a Rodrigues.

El técnico liceísta paró el partido a 3:16 del final para tratar de agitar el partido en una última intentona y Sito Ricart dio emoción a los últimos 70 segundos con un tanto en posición acrobática que supuso el 2-3. Los coruñeses retiraron al portero y atacaron sin éxito con cinco jugadores. Al final 2-3 y victoria justa del Barça ante un rival que siempre lo da todo y que supo jugar bien sus carnes. No le bastó.