Montilivi pide un último baile a un 2023 de película

El Girona espera brindar una alegría a su afición contra el Alavés en el último partido del año como local

Las bajas de Yangel, lesionado, y Stuani, sancionado, sumadas a la duda de Tsygankov, podrían impulsar a Pablo Torre al once titular

Los jugadores del Girona celebran un gol

Los jugadores del Girona celebran un gol / EFE

Marc Brugués

La semana ha sido perfecta. Ver al Girona en lo alto de la clasificación después de salir victorioso en el campo del Barça (2-4) ha situado al equipo en una nueva dimensión. Todo son elogios y buenas palabras para el equipo de moda de LaLiga y una de las sensaciones de Europa que, después del triunfo en Montjuïc, se sacó definitivamente la careta. Ya hace semanas que el discurso ha cambiado, y Europa es ahora el gran reto del equipo.

Si puede ser la Champions, mejor que la Europa League o la Conference. "Somos ambiciosos y cuanto más arriba quedemos a final de temporada, mejor" reiteran desde la cúpula deportiva y directiva. Por su parte, y aunque sus jugadores se empecinen en llevarle la contraria, Míchel mantiene que el título de Liga no es el objetivo. Seguramente. O, vete a saber, quizás es una estrategia para intentar mantener al equipo lejos de los focos y a la vez espolearlos para continuar en este estado de excelencia.

No tiene que ser fácil. Mañana lo comprobaremos contra el Alavés en un partido, seguramente el primero en Primera, en que el Girona, aunque no quiera, parte como favorito. Será el último partido en Montilivi de un 2023 de ensueño para una afición que no querría que se acabara nunca.

A las puertas de la apertura del mercado de invierno, será un buen día para ver la profundidad de banquillo del equipo. Con Yangel Herrera fuera de combate desde hace días, Míchel tampoco podrá contar con Cristhian Stuani, sancionado, además de la incógnita de Viktor Tsygankov, con molestias en la pierna. La duda del ucraniano complica más de la cuenta el panorama a Míchel en el momento de hacer el once titular.

Contra el Barça, Iván Martín dejó la mediapunta para atrasar su posición y ocupar el vacío de Yangel Herrera. Esto hizo que Couto entrara en la banda derecha y Tsygankov pasara al centro. Si el ucraniano no puede jugar finalmente, habrá que ver como lo resuelve Míchel. Una posibilidad muy factible es situar a Pablo Torre en la mediapunta y mantener Iván Martín en el centro del campo y Couto en la derecha.

Dar entrada a Solís o Kébé en centro del campo y devolver a Iván Martín a la mediapunta parece una opción más complicada, igual que situar a Portu por detrás de Dovbyk, porque dejaría a Míchel sin ningún recambio en ataque al banquillo. El resto del once tendría que variar muy poco respecto al que ganó en Montjuïc la semana pasada.

El reto será muy diferente. Si el Girona tuvo que saber tener, durante muchos minutos, mentalidad de equipo pequeño contra el Barça, mañana tendrá delante a un rival que lo esperará atrás y mirará de lanzarse al ataque con rápidas transiciones. Y no lo hace nada mal el Alavés esto de correr con Samu Omorodion, uno de los novatos que más impacto ha generado en su debut liguero.

Por otra parte, Luis García Plaza tiene un agujero en el eje de la defensa a raíz de la baja por lesión de Sedlar y por sanción de Abqar. Además, tampoco estará Giuliano Simeone, lesionado de larga duración.