A la gran tarde de Bounou le falta su premio

Lo paró todo. Una, dos, tres y así hasta media docena de ocasiones clarísimas fueron desbaratadas por Yassine Bounou, capaz de desesperar a Rodrigo, Guedes y compañía.

Fue su tarde; sin duda la mejor desde que defiende la meta del Girona y, posiblemente, de toda su carrera. A sus 27 años ha alcanzado su madurez. Ha dejado atrás las dudas e inseguridades que le acompañaban. Una carga con la que llegaba en Montilivi y que, con el paso de les meses, ha conseguido quitarse de encima. Acalló las críticas a base de reflejos y paradas imposibles. Y volvió a sembrar la duda en el entorno. ¿Continuará Bono la temporada que viene o no renovará su contrato?

Porque con actuaciones como la de este fin de semana, además de ganarse el aplauso unánime, no hacen otra cosa que poner en primer plano el tema de su renovación. Un pequeño culebrón; quizá no de la misma envergadura que el coqueteo de Portu con el Sevilla. Incluso que de la marcha de Pablo Machín al club andaluz. Pero lo cierto es que las conversaciones entre el Girona y el portero hace meses que empezaron. De momento, no hay acuerdo. Todo son declaraciones de intenciones; que la voluntad de ambas partes es la misma, que la firma está cerca... Pero hasta la fecha, nada de nada. 

Un caramelo

Bono termina contrato el 30 de junio de 2019. Es decir, que a partir del próximo uno de enero tendrá total libertad para llegar a un acuerdo con otro club a coste cero. Un mal negocio para el Girona. Primero, porque confía en él y quiere que continúe. Y si no fuera así, porque de dejarle escapar, preferiría sacar tajada. 

Desde que llegó en 2016, el marroquí ha jugado 64 partidos oficiales con la rojiblanca. Consiguió sentar a René al primer año y el pasado, a toda una “institución” como lo es Gorka Iraizoz, uno de los futbolistas más veteranos de Primera. En todo este tiempo ha sido capaz de dejar su portería a cero en 22 ocasiones; poco más de un tercio de los partidos que ha jugado en el Girona.