El Girona se resigna a luchar por el play-off

No pierde el Girona, que enlaza siete jornadas sin conocer la derrota. Sin embargo, ni enamora ni tampoco logra encadenar buenos resultados que le permitan acercarse a la cabeza de la clasificación. Todo lo contrario. Los dos últimos empates, ambos con sabor a derrota, le alejan si cabe de su principal meta, el ascenso directo.

A estas alturas de la película, la distancia con la segunda plaza parece imposible de recortar. Son ya ocho puntos del sueño. La agónica victoria este domingo del Zaragoza, que se impuso en Málaga con un gol de Luis Suárez en el tramo final, empaña del todo un fin de semana para olvidar. Los de Martí, visto lo visto, parecen resignados a luchar por el play-off. El único camino viable, aunque no matemático, de estar la temporada que viene en Primera.

Una semana más, el Girona es quinto. No ha sido capaz de mejorar esta clasificación en toda la temporada. Tenía una buena oportunidad esta semana, pero falló. Como lo había hecho en la anterior jornada. El empate de Miranda no era bueno, pero tampoco tan malo como parecía. Peor lo fue el 1-1 del sábado con el Albacete, en un duelo en el que el conjunto catalán hizo gala de todos sus defectos. Tanto en ataque como sobre todo en defensa. El traspiés lo aprovecharon los rivales directos. El Zaragoza, por ejemplo, para abrir hueco y dejar el ascenso directo a ocho puntos. 

Quedan 33 puntos en juego y son 47 los que posee ahora el Girona. Teniendo en cuenta los últimos precedentes, necesita un buen tramo final de temporada el equipo rojiblanco para lograr colarse entre los mejores. Como mínimo, para afianzar la promoción, tendrá que superar la barrera de los 60 puntos. Las tres temporadas que ha conseguido terminar entre los seis primeros clasificados, ha firmado las siguientes puntuaciones: 71 puntos (12/13), 82  (14/15) y 66 (15/16). El año del histórico ascenso directo (16/17), el equipo subió con solamente 70 puntos, pero el corte para disputar el play-off estuvo en 63.

Sáiz y Oliván, baja en Las Palmas

Obligado a reaccionar viajará este fin de semana el Girona a Las Palmas. El equipo lo hará necesitado de una victoria tras los últimos resultados, dos empates decepcionantes ante el Mirandés y Albacete, y también sin dos de sus efectivos. Tanto Samu Sáiz como Brian Oliván tendrán que cumplir un partido de sanción. El primero vio una amarilla el pasado sábado con el partido terminado mientras que el lateral fue expulsado pese a no disputar ni un solo minuto por protestar desde el banquillo. Ambos se mostraron indignados con el arbitraje de Bikandi Garrido.