Al tercer día resucita el duelo Evenepoel-Roglic

Al tercer día resucitó el duelo del

Giro de Italia

, aunque el hecho no le supuso a 

Remco Evenepoel

 ni que se arrugase ni que se despeinase por debajo del casco. Fue en un esprint intermedio, lo que antaño se denominaba meta volante. Había tres segundos en juego, poco tiempo, pero cualquier premio hay que aprovecharlo. Asomó 

Primoz Roglic

, vio la línea de la recompensa. ¡A por ella! Imposible. Con dos golpes de pedal, con un suspiro, Evenepoel sobrepasó a su rival esloveno para ganar tres segundos de renta (dos el corredor esloveno) y dejar claro por segunda vez, después del festival de la contrarreloj inicial, quién manda en el Giro.

El primer conato de montaña en Italia (este martes ya habrá la primera llegada en alto de la carrera) sirvió para que Roglic se pusiera las pilas, para que Joâo Almeida sufriera un poco por avería mecánica y para que Evenepoel demostrase que si entrega la ‘maglia’ rosa será a un corredor de segunda fila y simplemente para dar descanso a sus compañeros del Soudal en el trabajo por controlar las etapas.

Sirvió también una jornada lluviosa y embarrada para que ya apareciera el que puede ser el podio final de la carrera: Evenepoel, en primera posición; Almeida, buenísimo con el cronómetro y que en las cuestas suda para resistir al estilo de Abraham Olano hace 25 años, segundo de la general, y Roglic, que ya ha ascendido a la tercera plaza, para dejar claro que puede tener mala suerte o no encontrar la punta de velocidad deseada en una contrarreloj, pero que mentalmente tiene una fortaleza tremenda, la que le llevó a recuperarse como si nada del golpe que le supuso perder el Tour 2020 el penúltimo día para acabar ganando la Vuelta en Madrid.

Algo ha cambiado

Sin embargo, algo ha cambiado en el Giro. En la Volta, a finales de marzo, Evenepoel y Roglic pelearon también por cada bonificación que se entregaba en los esprints especiales. En aquella ocasión el ciclista esloveno superaba al flamenco para acabar en Barcelona ganando la carrera. Ahora, ha sido distinto. “No supuso mucho esfuerzo, pero si puedes lograr un segundo sobre Roglic y tres con el resto no hay que desaprovecharlo”, explicó Evenepoel, en la entrevista de la señal internacional de televisión.

El día comenzó a aclarar la general pese al mal tiempo reinante en Italia, donde afortunadamente llueve, y para que Michael Matthews demostrase una vez más que es el mejor velocista cuando asoma la media montaña y cuando otros especialistas, a los que les pesa más el trasero que a él en las cuestas, se quedan cortados. Logró su tercera victoria en el Giro, carrera en la que también ha llevado el jersey rosa. Matthews es un ilustre del pelotón mundial. Nacido en Canberra, en 1990, ha conseguido triunfos en el Tour y en la Vuelta, ha ganado el jersey verde en la ronda francesa y suma victorias en el País Vasco, Romandía, París-Niza, Suiza y la Volta, entre otras carreras, lo que evidentemente no es nada fácil y sí una proeza.