Ciclismo

El Giro supera el esprint más peligroso

Jonathan Milan consigue la segunda victoria en la prueba, en un día condenado a una llegada masiva y siempre con Tadej Pogacar como dominador de la prueba.

Sergi López-Egea

El Giro superó el esprint más peligroso, en una jornada en la que el viento dio velocidad a la carrera que llegó con mucha anticipación y al exagerado ritmo de 47,3 kilómetros por hora. Sin novedad en el frente. Tadej Pogacar rodó tranquilo y sin tomar demasiados riesgos y eso que, tal como hizo el domingo pasado, trató de lanzar en la llegada a su compañero colombiano Juan Sebastián Molano que no pudo disfrutar de la fiesta de Jonathan Milan que consiguió la segunda victoria en la carrera.

No había apenas repechos y la llegada masiva era una crónica anunciada a lo que iba a suceder durante la 11ª etapa de la prueba, que llegó a su ecuador con la única noticia importante que habla del dominio aplastante de Pogacar, vestido con la ‘maglia rosa’ desde la segunda etapa y sin que nadie ponga en riesgo hasta ahora su hegemonía en la carrera.

La desdicha del Visma

Por si fuera poco, este miércoles, el fenómeno esloveno vio cómo se retiraba uno de sus contrincantes más peligrosos, el belga Cian Uijtdebroeks, quinto de la general, enrolado en las filas del conjunto Visma que esta temporada parece pedalear sólo con el pie izquierdo. Es un año desastroso para ellos en cuanto a caídas y lesiones, principalmente las de Jonas Vingegaard y Wout van Aert, que en el caso del ciclista flamenco le supuso la renuncia al Giro. De los ocho ciclistas que partieron de Turín tan solo quedan cuatro en acción puesto que Christophe Laporte y Robert Gesink tuvieron que abandonar por caída y Olav Kooij y Uijdebroeks por enfermedad.

Y aun así se erigieron en protagonistas de una jornada llana que no estaba destinada a pasar a la historia del ciclismo con la escapada de la mitad del equipo. Edoardo Affini Tim van Dijke rodaron fugados junto al francés Thomas Champion en la parte media de la etapa, antes de que se preparase el esprint y el pelotón entrase en una auténtica encrucijada de rotondas y estrechamiento de la ruta, en lo que era una clara llamada a una caída.

En estas circunstancias, con un pelotón lanzado a 70 por hora se preparó el esprint donde se produjo la caída, entre otros, del neerlandés Fabio Jakobsen mientras Milan con una fuerza majestuosa se impuso al resto de contrincantes sin aparentes problemas para mayor alegría del público italiano, en una etapa que rodó enganchada a la costa del Mar Adriático.

Ojo a la etapa de este jueves

Este jueves cambia la situación, gracias a un trazado que tiene chicha y que puede resultar peligroso por los continuos repechos marcados, sobre todo una rampa del 20% situada a una decena de kilómetros de la llegada, en lo que es una clara invitación a una fuga y a evitar otra llegada masiva.

Servirá para comprobar si la careta conservadora que lleva esta semana Pogacar ha servido para enfriar su sangre, se acomoda con tranquilidad en el pelotón y coordina el trabajo de sus gregarios, aunque este miércoles se le fue al suelo el austríaco Felix Grossschartner, el ciclista de las tres eses.