Historia SPORT

Fantasmas en La Boca

En La Bombonera se repiten y multiplican las historias de difícil, cuando no imposible, explicación en la noche

Jorge López

Las historias de los fantasmas en La Boca son de lo más diversas. Empleados que cuentan que al anochecer se oye el andar de hinchas que bajan las escaleras de tribuna... a las 3 AM, cuando no hay partido. Sólo el vacío del club cerrado y el eco de los pasos que rebotan en los pasillos de La Bombonera. En La Boca recuerdan episodios escalofriantes. Los vigilantes sospechan que algo sucede en la grada de La Doce. No hay ultras. Ni personas. ¿Duendes? El tema llegó a oídos de algún parapsicólogo pero nadie entiende. “Hubo empleados que renunciaron porque no lo pudieron soportar”...

Para los especialistas, mucho tiene que ver el que cada tanto se dispersen por la Bombonera las cenizas de socios fallecidos a los que se les cumple la última voluntad. Ahí, justifican, podría encontrarse la respuesta: espíritus que se dejan sentir, que pueden ser percibidos por los seres vivos. Un exutillero relató que una noche, tres horas antes de emprender un viaje, salió del vestuario a fumar y se topó con un hombre vestido de traje gris, alto, de tez blanca. Cuando giró para volver a verle, el fantasma había desaparecido. “La descripción responde a los rasgos del utillero anterior, que murió en un baño de la Casa Amarilla”, le explicaron...

Los personajes, con el paso de los años, se hacen mitos en la vida diaria del estadio. Un niño con la camiseta de Boca, un hombre de camisa blanca que está sentado en las butacas, una mujer vestida de novia, el ladrido de un perro que nunca aparece, el recuerdo de un exjugador que llora, luces que se encienden... “Almas en pena”, cuentan quienes más conocen estas historias del club. La Bombonera no solo late: tiembla, pero del susto.