"Esta noche juega el Trinche"

No jugó en las grandes ligas. No ganó Copas, ni Mundiales, pero su nombre resuena en el recuerdo de todos los aficionados al fútbol. Tomás Felipe, conocido por todos como el Trinche Carlovich ya no pedaleará más por Rosario, su ciudad natal y donde arrancó su leyenda.

Corría el 17 de abril de 1974 y el seleccionador de Argentina, Vladislao Cap preparaba el Mundial de Alemania con un amistoso. En frente, un combinado rosarino en el estadio de Newell’s , entre ellos, grandes nombres como Mario Kempes y Carlos Aimar junto a un joven desconocido jugador de Central Córdoba, de 28 años y padre yugoslavo. Con el cinco a la espalda deslumbró a los más de 35.000 aficionados que acudieron a la cancha aquella noche con su doble caño marca de la casa.

Una actuación portentosa que se acabó en el minuto 15 de la segunda mitad, cuando los rosarinos ya ganaban a la gran selección por 3-0. Algunos dijeron que el propio Cap pidió el cambio, otro punto más para agrandar una leyenda que empezaba a crearse. Cuatro años después, César Luis Menotti lo convocó para un amistoso de Argentina al que nunca llegó a acudir. Algunos dijeron que prefirió quedarse pescando pero como tantas otras cosas en su historia, la verdad es toda una incógnita. Y es que pocos documentos gráficos existen de su trayectoria que transcurrió casi íntegramente por clubes de Ascenso, además de cuatro duelos en Primera: uno en Rosario Central y tres en Colón de Santa Fe.

Un hombre de la casa

Y es que el Central Córdoba, ese equipo en el que militaba cuando se enfrentó a la Selección, fue el club de su vida. “Esta noche juega el Trinche”, era la consigna de los aficionados que preferían darse la vuelta si él no estaba sobre el césped. Una frase que encabezó un "Informe Robinson" con el que se dio a conocer su historia entre los  españoles.Y es que no hay nadie en Rosario que no recuerde sus jugadas e incluso lo comparan con Messi o Maradona.

 Incluso llegó a ejercer en ese modesto equipo como entrenador unos meses en 2009 y es que su vida estuvo siempre ligada al fútbol.  Grandes de Europa como el Milan lo tuvieron en sus agendas, según cuenta la leyenda. Incluso el New York Cosmos que contaba por entonces con Pelé llamó a su puerta, pero “todo quedó en nada”, como reveló en su momento el Trinche.

Sus últimos partidos los disputó con el Newell’s de Cañada de Gómez donde colgó las botas en 1985, siendo todo un veterano de 39 años. Un club en el que su leyenda se agrandó cuando Maradona llegó allí. “Yo creía que era el mejor, pero desde que llegué a Rosario escuché maravillas de un tal Carlovich”, comentó alguna vez el 10 argentino. Una opinión que comparten ilustres como Pékerman, Menotti o Bielsa que siempre lo consideraron el mejor jugador de Argentina. Este mismo año llegaron a conocerse y la firma de Maradona en la camiseta de Central Córdoba que llevó el Trinche al encuentro fue toda un declaración de intenciones: “Al Trinche, que fue mejor que yo”.