Barthez, el 'loco' guardián francés

Admirado y odiado a partes iguales por la hinchada francesa, Fabien Barthez podría decirse que es la excepción que confirma la regla entre la seriedad y firmeza de su selección.

Pocos, de entrada, comprendieron que Coupet fuera desplazado al banquillo por Domenech pero a la larga, el 'loco' Barthez ha acabado por acallar todas las críticas y, más aún, está a un partido de consagrarse por segunda vez campeón del Mundo. Y, cuidado, de lograrlo, sería el segundo portero en toda la historia en ganar dos títulos después del brasileño Gilmar (1958 y 1962).

La fría estadística le bendice pero más allá de esos números la imagen que desprende el meta galo sigue poniendo de los nervios a más de uno. No tiene ahora a Blanc para besarle la calva como en 1998 pero sí a Thuram y Gallas, que han formado una zaga salvadora para él.

Y cuando no ha sido eso, la suerte se ha empeñado en acompañarle, como ocurrió en la semifinal ante Portugal, cuando rechazó de manera lamentable una falta lanzada por Cristiano Ronaldo 'regalándole' el balón a un Figo que, incomprensiblemente, remató fuera. Es una de tantas a lo largo de una carrera no exenta de polémicas, como cuando estuvo seis meses sancionado por escupir a un contrario. Aquello ocurrió hace dos años y nadie pensó que pudiera volver a la selección. Hoy, con 35 años, el 'loco' Barthez está a un paso de besar, otra vez, la gloria.

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