Riqui Puig, el alumno aventajado de la Masia

El Barça debe recuperar el estilo de juego con el que logró el éxito a base de apostar por chicos como Riqui Puig

Antes de la final de Wembley del 1992, Johan Cruyff dijo a sus jugadores: “Salid y disfrutad”. La semana pasada, tras conquistar la Youth League, Riqui Puig dijo una frase que se tendría que enmarcar en la Ciutat Esportiva Joan Gamper: “El fútbol se juega por abajo, eso hicimos y eso seguiremos haciendo”. No son unas palabras lanzadas al aire por azar. Son unas palabras de un chico que lleva desde el Cadete B formándose en la cantera del Barça y sabe el enorme trabajo que se realiza en el día a día para que salgan jugadores al primer equipo.

Riqui Puig es complicado odiarle. Es una persona que siempre se pasea sonriente, atendiendo a todo el mundo sin hacer diferencias y derrochando felicidad. Esa misma sonrisa es la que le acompañó en su primer entrenamiento con el primer equipo del Barça. Allí conoció a Messi. Su ídolo. El astro argentino tuvo un gesto cariñoso que al bueno de Puig le costara olvidar. Esa fotografía ya es parte de su historia. También la del título de la Youth League. Llegaba a gran nivel a la cita de Nyon y comandó a los azulgranas a lo más alto de Europa. 

Gran parte de culpa de la pasión que siente Riqui por el fútbol la tiene su padre Carlos. Jugador del Terrassa en su momento, siempre ha sido un fiel seguidor del FC Barcelona. Por ello desde bien pequeño Riqui acude al Camp Nou para presenciar los partidos en directo. El fútbol le encantaba pero también era bueno en otros deportes. Con su hermano Ton y su hermana Carlota compartían la afición por el tenis y con su amigo Quique se retaban en cualquier disciplina. El ganador siempre era Riqui. Esa competitividad le ha ayudado a formarse como futbolista. Donde muchos veían un problema, él veía una solución. Por ejemplo, Riqui siempre ha destacado por ser el más pequeño de estatura. Él sabía que no podía competir en el cuerpo a cuerpo y aprendió a desarrollar otras facetas como la visión de juego y el control orientado en carrera.

Riqui reúne todo lo que debe ser un canterano del Barça. Humilde, con los pies en suelo y con el sueño de triunfar en el primer equipo. En el club deben apostar por jugadores como él. Su fútbol es ADN Barça total y el aficionado azulgrana lo ha podido descubrir en la Youth League. Para los seguidores del fútbol base ya hace tiempo que vemos que se trata de un jugador con unas condiciones para marcar historia. En el conjunto azulgrana se debe recuperar la filosofía que siempre ha llevado al Barça al éxito. La de jugar al primer toque. La de enamorar al público. La de mover al rival de un lado al otro. Si se quiere recuperar ese estilo, Riqui Puig será uno de los mejores jugadores del mundo. Solo sabe jugar a esto. Y sabe mucho. No lo dejen escapar y disfrutaremos todos con su fútbol.