Pol Muñoz, el chico de Alcarràs

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Hay jugadores que desde pequeños son más mediáticos fuera que dentro del terreno de juego. Y también los hay que les pasa lo contrario. En el césped son de los que mejor rinden y fuera de él se dedican a entrenar duro para seguir mejorando y están centrados en los estudios. Nuestro protagonista es de los segundos. Su nombre es Pol Muñoz y juega en el Infantil A del Fútbol Club Barcelona. 

Este es el tercer año de Pol en el Barça y su progresión ha sorprendido para bien en el club azulgrana convirtiéndose en una de las referencias de la llamada mejor generación que hay en la Masia. Partiendo desde el lateral derecho o del eje de la zaga, Muñoz es rapídisimo con el balón en los pies y siempre da una alternativa a la salida de balón. Además tiene mucho gol y es una arma ofensiva en las jugadas a balón parado. 

Los inicios de Pol con la pelota fueron a los cuatro años. Allí ya quería competir aunque no estaba en ningún equipo. Por ello, al salir del colegio quedaba con sus amigos de Alcarràs, su pueblo, para hacer partiditos en su garaje. A los seis años sus padres le dieron el mejor regalo que podía recibir y lo apuntaron en el prebenjamín del Baix Segrià. Allí estuvo tres temporadas hasta que el Lleida Esportiu lo vino a buscar. No paraba de progresar y captó la atención de varios ojeadores del Barça. Tras la visita de varios entrenadores y varios entrenamientos durante el año, se incorporó al Alevín B azulgrana. 

La llegada al Barça no fue sencilla para él. Primero porque dejaba de jugar a fútbol con sus amigos y segundo por la distancia que cada día se tenía que recorrer para ir a entrenar. Actualmente, sale a las 15:00 del Instituto de Alcarràs, a las cuatro coge el taxi para ir a Barcelona y vuelve a las 23:00. Eso cuatro veces por semana. Sin embargo, la ilusión que tiene por triunfar en el Barça le hacen adaptarse a este nuevo estilo de vida. 

En el aspecto personal, Pol es un chico muy timido e intenta escapar siempre del protagonismo. Él solo quiere jugar y disfruta haciéndolo. Además es muy agradecido a las personas que le han ayudado a crecer tanto como persona como futbolista. Una de las personas más importantes de su carrera futbolística es Juanjo Turmo. Él fue su primer entrenador en el Prebenjamín del Baix Segrià y el primero que lo puso de defensa. Trabajo tuvo para convencerlo ya que el pequeño protestaba y lloraba porque quería ser delantero y marcar goles. Desgraciadamente, Juanjo falleció de cáncer cuando Pol defendía los colores del Lleida. Pol siempre tiene un recuerdo para él tras un partido importante y seguro que desde el cielo Juanjo está orgulloso de la progresión de Pol en el Barça.