Certificó otro gran éxito de la cantera

El Juvenil A, un campeón de laboratorio

El mayor de la saga García Junyent fue el técnico que obtuvo mejor calificación en el curso de entrenadores 2010

Jordi Gil

El Juvenil A del Barça se proclamó campeón del Grupo III de la División de Honor el pasado fin de semana en un final con suspense, pero con la recompensa del título tras una temporada en la que el debutante Óscar Garcia Junyent -el aspirante que sacó mejor calificación en el curso de entrenadores del 2010- y su staff tuvieron que ingeniárselas para obtener un óptimo rendimiento de sus jugadores. Oscar se hizo con las riendas de una plantilla de calidad, si bien descompensada en algunos puestos ante la que el trabajo entusiasta y arriesgado del cuerpo técnico ha dado grandes resultados.

Óscar Garcia, su segundo, Quique Alvarez, y el entrenador de porteros, Rubén Martínez, han dedicado muchas horas a estudiar a sus jugadores con la ayuda del resto de colaboradores: Marc Huguet (preparador físico), Josep Agustí (fisioterapeuta), Juan Gómez (cuidador) y Carles Montoliu (delegado). Entre todos impulsaron a los jugadores hacía el título de Liga y todavía quedan dos retos más: la Copa de Campeones y la Copa del Rey.

Un elemento básico para aumentar el rendimiento del equipo ha sido la incorporación de la tecnología. Sin grandes alardes, el cuerpo técnico grava los entrenamientos y partidos. Posteriormente, los disecciona, analiza a los jugadores y realiza vídeos personalizados para enseñarles a los futbolistas sus virtudes y defectos.

Es un método que ha ayudado a valorar la polivalencia que podían ofrecer algunos futbolistas para cubrir el déficit en demarcaciones puntuales. En la portería es donde no había dudas: Carlos Castarnado y Jesús Unzué se alteraron en la primera vuelta hasta que llegó una lesión de Jesús y Carlos se consolidó. Dos porteros zurdos de diferente naturaleza: Carlos destaca por su potencia y reflejos; Jesús por su determinación en las salidas y dominio del juego con los pies.

En defensa, Sergio Ayala era el único zurdo que podía adaptarse al lateral, pero destaca más de central y como rematador en la estrategia ¿ha anotado cuatro goles¿. La solución fue readaptar al capitán, Ivan Balliu, al carril izquierdo. Balliu era originariamente pivote defensivo y ahora puede actuar en cualquiera de los laterales o incluso de central. Campabadal y Bako también pueden jugar en el centro o en la derecha, mientras que Sergi Gómez (cuando ha vuelto al juvenil), ha sido el líder en el flanco diestro del eje central. Por último, Oriol Rosell, otro central que puede actuar de medio centro, aportaba salida de balón.

Las variaciones en las teóricas posiciones naturales de los zagueros han sacado al equipo de más de un apuro. Algo parecido ha ocurrido en la parte ofensiva. Los dos pivotes naturales han sido el internacional portugués Gustavo y el valenciano Pepe Palau. La lesión de larga duración del prometedor Pol Calvet (compañero de generación de Gerard Deulofeu) le impidió disfrutar de muchos minutos. El único fichaje fue el banyolí Jordi Masó (Girona), quien ayudó con su polivalencia. El talento para desequilibrar fue para Javier Espinosa, como interior o extremo, y Rafinha. El menor de los Alcántara marcaba las diferencias desde el inicio de temporada y el cuerpo técnico decidió adelantarlo para que jugara de falso delantero centro. El cambio no podía salir mejor. Rafa ha explotado como goleador, con 13 goles, y tuvo la oportunidad de dar el salto al Barça B. Un gol suyo dio el título ante el Cornellà.

Explotar el talento de los jugadores ha sido uno de los grandes objetivos de Óscar. Y lo ha conseguido con el jugador que apunta más alto del fútbol base: Gerard Deulofeu. Las charlas personalizadas han surgido efecto y su progresión como jugador de conjunto va en aumento. Además de extremo, su posición habitual, también ha jugado de falso delantero centro y ha sido el pichichi del equipo con 14 goles. El trabajo psicológico ha sido clave, sobre todo, en un sprint final en el que la presión del Espanyol pesó. Un trabajo que durante toda la temporada, por ejemplo, se ha tenido que efectuar con el lateral derecho Dalmau, quien se quedó sin ficha del Barça B y le ha costado asumir su rol en el Juvenil A. Sin embargo, Mauro Icardi y Cristian Ceballos pidieron la baja a media temporada.

En la punta de ataque, Ernesto y Ella aportan velocidad en las bandas, con Etock como `nueve¿ nato, con la ayuda de Dongou, de solo 15 años procedente del Juvenil B y que ha terminado con diez goles. Del equipo dirigido por Sergi Barjuan también han aportado minutos Cristian Herrera, Jordi Quintillà y Olivier Moussima.