El Flamengo campeón (en los penaltis) de la Copa do Brasil

El Flamengo cumplió los pronósticos y ganó la Copa do Brasil ante el Corinthians, pero lo hizo cogiendo el camino más difícil posible. Después del 0-0 en la ida en Sao Paulo, los rubronegros solo necesitaban una victoria simple, pero acabaron empatando (1-1) y tuvieron que esperar a una agónica tanda de penaltis, en la que se impusieron por 6-5 gracias a los fallos de Fagner y Mateus Vital.

Sin ganar ninguno de los dos partidos, el Mengao recupera un título copero que se le resistía desde hacía nueve temporadas. El triunfo, sin duda, que dará aún más moral al conjunto de Dorival Junior, que el sábado día 29, encara la final de la Copa Libertadores contra el Ath. Paranaense.

UN GOL TEMPRANERO

Todas las estrategias previas fueron trastocadas, cuando, ya en el minuto 6, el Mengao fabricó el 1-0 en una gran triangulación entre tres de sus estrellas Arrascaeta, Everton Ribeiro y Pedro, que desarboló por completo el sistema defensivo del Timao, para desesperación de su técnico, el portugués Vítor Pereira.

A partir de entonces, al Corinthians le tocó remar a contracorriente, exponiendo una de sus grandes limitaciones: la articulación del juego colectivo.

Y, aunque los paulistas consiguieron igualar la posesión del balón (lo que es de destacar teniendo en cuenta que delante tenía el equipo más técnico del continente) se mostraron inoperantes en ataque, sin crear peligro ante el cancerbero Santos.

Tirando de experiencia, el Flamengo supo temporizar bien el encuentro, agazapado atrás e intentado salir en superioridad numérica en las contras. Sin embargo, la muy experimentada dupla de centrales del Timao, Balbuena y, principalmente, Gil, estuvo muy bien en el corte.

EL CORINTHIANS ROZÓ LA REMONTADA

Más ambicioso, el Corinthians adelantó líneas en el segundo tiempo jugando con una convicción hasta en aquel momento no vista. Y, por fin, llegaron las oportunidades de los visitantes, la más clara una de Roger Guedes fallada incomprensiblemente a portería vacía.

Dispuesto vivir con una renta mínima y a esperar que pasara el tiempo, el Flamengo cometió el error de cerrarse atrás. El Corinthians, muy serio, se hizo el amo y señor del partido, fue ganando en confianza y Giuliano empató 1-1 (min. 82) culminando una buena combinación. Era el premio, al buen juego desplegado en la segunda parte.

La definición del campeón sería en la tanda de penaltis. El cancerbero del Timao, Cassio, un auténtico especialista, detuvo el primer lanzamiento del excolchonero Filipe Luis. El Corinthians fue por delante hasta que Fagner estampó su chupinazo en el larguero. Y, todo se decidió en la séptima ronda, con Mateus Vital mandando el balón a las nubes y el lateral Rodinei convirtió el suyo para delirio de la 'torcida' rubronegra que llenó Maracaná. Santos no necesitó ni atajar un solo disparo para que su equipo fuera campeón.