El Corinthians, un polvorín

El Timao se instala en la crisis tras no haber marcado ni un gol en las tres primeras jornadas del Brasileirao

A los problemas futbolísticos del equipo de António Oliveira se suma una guerra civil institucional que amenaza la estabilidad del club

El Corinthians no ha empezado bien el Brasileirao 2024

El Corinthians no ha empezado bien el Brasileirao 2024 / Agencia Corinthians

Joaquim Piera

Joaquim Piera

En este 2024, en el Corinthians, es el equipo quien tiene que sostener al club en una temporada de cambios profundos. Y, de momento, no está ocurriendo. El Timao, el segundo club más popular de Brasil, se ha convertido en una bomba de relojería activada a punto de explotar, en que nadie es capaz de prever cuáles serán las consecuencias deportivas y sociales si llega el caso de que todo combustione.

El conjunto paulista ha empezado el Brasileirao de la peor forma posible. Desde que en 2003 se instauró el sistema de competición de dos vueltas sin play-off, el Timao nunca había terminado las tres primeras jornadas sin haber marcado ni un solo gol.

La inoperancia ofensiva del equipo que dirige el portugués António Oliveira explicita los problemas estructurales que sufre en este inicio liguero en el que suma un solo punto de nueve posibles: el 0-0 logrado en la jornada inaugural en casa contra el Atlético Mineiro.

Después, han llegado dos derrotas como visitante: una muy dolorosa entre semana en Caxias do Sul contra el Juventude (2-0), un recién ascendido, y este sábado ante el Red Bull Bragantino (1-0). Como ocurrió ya en 2023, el Brasileirao se plantea el campeonato como lucha por la permanencia.

A todo ello, hay que sumar el clima de guerra civil que se vive en los despachos del Parque Sao Jorge. En noviembre, la oposición rompió catorce años en el poder de un mismo grupo político y Augusto Melo fue elegido como nuevo presidente para el trienio 2024-26 impulsado por un voto de castigo contra la dirección del club.

Cinco meses después, la unidad de la actual directiva ha volado por los aires y el presidente se prepara para destituir al director de fútbol, Rubens Gomes, apuntado como el hombre fuerte de su junta. Melo ha anunciado cambios profundos internos en los próximos días, lo que dará aún más inestabilidad al club.

El Corinthians pasa por una situación muy delicada empezando por su salud financiera, lo que ha impedido formar una plantilla competitiva para no pasar apuros y aspirar a situarse en la zona alta. El KO en el Campeonato Paulista, en el que ni tan siquiera se clasificó para los cuartos de final, fue un preludio de lo que podría ocurrir a la hora que empezara el Brasileirao.

Mano Menezes, artífice de la permanencia la temporada anterior, fue destituido a inicios de febrero cuando el Timao perdió su cuarto partido seguido en el Paulista y entró en zona de descenso. António Oliveira, que llegó del Cuiabá, cayó en gracia al vestuario y a la 'Fiel', la fanática 'torcida' coritnhiana. Tuvo un mes para trabajar sin compromisos oficiales, pero cuando se inició el baile en el Brasileirao y en la Copa Sudamericana, el Timao no está dando la talla.