La enfermedad que le ha quitado la voz a Jordi Roca durante 7 años

El chef considerado uno de los mejores cocineros del mundo sufre distonía cervical

Jordi Roca crea helados inspirados en el Citroën C3 Aircross

Jordi Roca crea helados inspirados en el Citroën C3 Aircross / Google

Jordi Roca tiene 45 años y es uno de los chefs más reconocidos, bajo el título de "mejor chef de pastelería del mundo" Jordi crea sus invenciones como repostero en la cocina de 'El Celler de Can Roca'.

Su talento en los fogones es conocido por todos, pero no tanto la enfermedad que le abordó en 2010 y que, poco a poco, le quitó la voz y la movilidad en el cuello. Una enfermedad que responde al nombre de 'distonía'. Según ha desvelado en una entrevista para 'El Periódico', todo empezó hace 13 años. 

“En octubre del 2010, llegué al restaurante para el servicio de la noche y me senté en el despacho ante el ordenador y… ¡crack! ‘¿Qué pasa?’ Intentaba bajar la cabeza y no podía. Había tenido tortícolis y aquello era diferente. Me asusté. La cabeza hacía cosas que no le había ordenado. Tenía una reunión con mis hermanos. Salí con la mano en el cuello y la cabeza hacia arriba”, dijo.

Un dolor muscular le agarró el cuello y no le soltó, dejando la parte del cuello casi sin movilidad, la cabeza rígida y unas extrañas sensaciones. En 2016 tuvo que casi dejar de hablar, viviendo en una constante afonía.

Siete años y cinco cuentos

En una reciente entrevista para 'El País', el repostero reveló que aquella era una enfermedad rara. Trataron de darle muchos diagnósticos al problema y finalmente se consiguió y fue cuando le dijeron que se trataba de distonía cervical. 

Se trata de una afección dolorosa caracterizada por contracciones de larga duración involuntarias o espasmos periódicos intermitentes de los músculos del cuello. “He hecho desde reeducación vocal, ejercicios respiratorios, meditación... He hecho un poco de todo y todo me ha servido”, aseguró el chef.

A principios de este año, un vídeo en su perfil de Instagram daba la buena noticia. Había recuperado la voz. En la publicación abría su corazón a sus cuerdas vocales. “Anoche le leí cinco cuentos a mi hija: Los tres cerditos, Pinocho, Caperucita Roja, La gallina de los huevos de oro y Pere sense por. Estoy muy contento, pero con algo de miedo y sufrimiento al pensar que puede ser que se vuelva a ir. Podría ser. Peor ahora toca disfrutarla y no obsesionarme con esto”, confesaba.

Su historia es la de un chef que tocó el cielo gastronómico con la cuchara de los postres para perder la voz y recobrarla, siete años más tarde, para contarle un cuento a su hija antes de dormir.