Estas son las polémicas y específicas causas por las que se puede despedir a una empleada del hogar

Estas tres causas permitirían a los empleadores despedirlas de manera justificada

Trabajadores limpiadoras de habitacion de hotel camareras servicio de habitaciones las kellys benidorm.

Trabajadores limpiadoras de habitacion de hotel camareras servicio de habitaciones las kellys benidorm. / DAVID REVENGA

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Las empleadas del hogar desarrollan su labor en domicilios, una particularidad que las expone a riesgos específicos y por la que existe una normativa especial, aunque la ley de prevención de riesgos laborales aún está en desarrollo. Una de las mayores dudas para estas trabajadoras es el despido, ya que difiere en ciertos aspectos del resto de los asalariados. El Real Decreto-ley 16/2022 introdujo una modificación crucial: ahora, el despido de estas trabajadoras solo puede producirse por causa justificada, eliminando el despido por desistimiento, que permitía a los empleadores terminar la relación laboral sin justificación.

Esta nueva normativa enumera situaciones concretas que permiten a los empleadores despedir justificadamente a las empleadas del hogar. Entre estas causas se incluyen la disminución de los ingresos de la unidad familiar, la modificación sustancial de las necesidades familiares y el comportamiento de la trabajadora que fundamente la pérdida de confianza del empleador. Esta última causa, sin embargo, es polémica porque puede ser subjetiva y difícil de probar, lo que permite a los empleadores "camuflar" un despido por desistimiento.

En cualquier caso, los empleadores deben cumplir con un preaviso mínimo de 20 días si la trabajadora lleva más de un año en el domicilio o de 7 días si lleva menos tiempo. Además, la comunicación de la extinción del contrato debe ser formalizada por escrito. Esto asegura que la trabajadora tenga tiempo y conocimiento suficiente para prepararse ante la pérdida del empleo, ofreciendo cierta protección frente a despidos arbitrarios.

Finalmente, una empleada despedida tiene derecho a cobrar el finiquito por conceptos salariales pendientes y a recibir una indemnización de 12 días de salario por año trabajado, con un límite de 6 meses, siempre y cuando el despido esté debidamente justificado. Durante el periodo de preaviso, la trabajadora también tiene derecho a solicitar un permiso de seis horas semanales, remuneradas, para buscar un nuevo empleo.