Lineker: El 'gentleman' del gol

Vistió tres temporadas la camiseta del Barça y se fue cuando Cruyff le alejó del centro del área para jugar en la banda

Aterrzó en el Camp Nou tras ser máximo goleador de México 86: marcó seis goles pese a caer en cuartos de final

Lineker, el ‘gentleman’ del gol

Lineker, el ‘gentleman’ del gol / SPORT.es

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El mismo día que Maradona se coronaba en el Mundial de México 86 ganando la final a Alemania Federal, el 29 de junio de 1986, Josep Lluís Núñez, presidente del Barça, y Joan Gaspart, vicepresidente, se desplazaron a Londres para cerrar el fichaje de Gary Lineker, delantero centro del Everton y máximo goleador de la cita mundialista con seis goles.

El delantero centro inglés cayó en cuartos, precisamente, ante la Argentina de Diego. Fue en uno de los partidos más famosos de la historia, el de la ‘Mano de Dios’ y el ‘Gol del Siglo’. El tanto que marcó Gary, su último tanto en México, quedó en un segundo plano.

Aunque no para todo el mundo. El Barça, que le había seguido en el Everton, donde la temporada 85-86 había marcado 35 goles en 45 partidos, no le dejó escapar. Los dirigentes blaugrana sellaron el traspaso por unos 600 millones de pesetas y el jugador firmó por seis temporadas.

Lineker había sido una demanda explícita de Terry Venables, pero a Núñez ya le iba bien cerrar al inglés, sobre todo tras su éxito en el Mundial, para llegar a la Asamblea de Compromisarios del 25 de julio de la mano de un fichaje de esos que suavizan discrepancias. 

Cuando el Barça anunció, de la mano de Nicolau Casaus, que se adelantó a los ingleses, su fichaje, el Barça contaba con cuatro extranjeros: el propio Gary, Archibald, Hugues, que llegaba para sustituir al escocés, y Schuster, al que el Barça dio de baja usando la fórmula del expediente disciplinario. La salida del alemán, aceptada por la Liga de Fútbol Profesional (LFP), sirvió para inscribir al delantero inglés, por lo que Terry Venables contaba con los dos extranjeros normativos que deseaba.

Lineker se convirtió en el Camp Nou en el futbolista inglés con más goles del campeonato doméstico español y ganó una Copa del Rey y una Recopa de Europa. Completó tres temporadas y su marcha coincidió con la decisión de Johan Cruyff de hacerle jugar en banda, algo que el futbolista nunca entendió. Acabó regresando a Inglaterra en 1989.