El Madrid se abona a ganar en la prórroga en Atenas

Los blancos se llevaron el triunfo otra vez en el tiempo suplementario

Los blancos se llevaron el triunfo otra vez en el tiempo suplementario / EFE

EFE

El Real Madrid consiguió ante el Olympiacos a domicilio la novena victoria en sus últimos diez partidos de Euroliga, la cuarta consecutiva, al imponerse en la prórroga por 82-86.

124309

EUROLIGA

82
86
Alineaciones
OLYMPIACOS
Sloukas (11), Papanikolaou (3), Jean-Charles (7), Ellis (7) y McKissic (18) -cinco inicial-, Spanoulis (5), Martin (18), Jenkins (-), Vezenkov (7), Harrison (6).
REAL MADRID
Laprovittola (19), Abalde (4), Deck (2), Randolph (4) y Tavares (13) -cinco inicial-, Llull (10), Garuba (1), Rudy Fernández (3), Taylor (2), Thompkins (15), Causeur (5), Carroll (8).

Desde el arranque el duelo fue generoso en intensidad y parco en acierto. La pelota circulaba de un aro a otro, pero ambos conjuntos fallaban en la suerte final, tanto en las distancias cortas como en las largas.

Tanto fue así que entre ambos solo anotaron un triple de sus primeros ocho intentos y sumaron nueve puntos en común al ecuador del primer cuarto. La estadística no mejoró demasiado a la conclusión de los diez minutos iniciales, con el marcador reflejando un empate a doce.

El partido siguió el mismo guión de vuelta al parqué hasta que, con 19-19, los griegos tomaron ventaja gracias a cuatro canastas sin respuesta de Spanoulis, Martin, Harrison y Ellis. Era un momento clave del que los blancos supieron rehacerse no solo replicando ese parcial de 8-0, sino incluso aumentándolo.

Con un triple de Causeur arrancó la balacera y con uno de Rudy Fernández acabó. Eran momentos en los que entraba desde el perímetro todo lo que antes se había quedado en nada. Así, al último de Rudy respondió Vezenkov. Y al de éste, Llull para poner el 30-31 con el que se llegó al intermedio.

Aumentaron los de Laso la renta tras el paso por vestuarios con un 0-6 de salida que les guió en ese momento hasta la máxima diferencia. Pero voltearon la moneda Jean-Charles y Martin inmediatamente moviéndose bien bajo el tablero.

No se frenó ahí el ansia del anfitrión, que ya enchufado no dejó de hacer daño. Con Spanoulis a los mandos y Martin en la ejecución, el parcial de 6-0 tornó en 18-4 hasta que Tavares cortó la sangría. Dos triples de Thompkins, dos de Carroll y otro más de Laprovittola acabaron por resucitar a un visitante que se puso siete arriba ya en el cuarto decisorio (53-60).

Fue algo efímero porque el Olympiacos se negó a bajar los brazos, recortando la distancia hasta dejarlo todo igualado de cara a la recta final y posteriormente al tiempo reglamentario, obligando a los españoles a jugar su tercera prórroga en los dos últimos enfrentamientos del torneo.

De esas aguas turbulentas aspiraba a salir a flote el cuadro madridista, y el 0-5 con el que inició invitaba al optimismo. No resultó en cambio fácil y sufrieron lo indecible para finiquitar el cara a cara gracias a un triple de Llull y a la posterior precisión de Laprovittola en la rueda de los tiros libres.