Una Italia de récord recuerda cómo sufrir para acceder a cuartos

La 'Azzurra' derrotó en la prórroga a una Austria que pudo llevarse el gato al agua (2-1)

El equipo de Roberto Mancini encadena 31 partidos sin perder, nueva marca histórica

Berardi ensaya un centro ante Alaba durante el partido entre Italia y Austria

Berardi ensaya un centro ante Alaba durante el partido entre Italia y Austria / AFP

X. Serrano

Hasta ahora Italia había brillado. Había demostrado que podía anular a sus rivales, dominar partidos, golear y cerrar el camino al arco. En octavos de final, frente a una Austria solidaria y combativa, la 'Azzurra' probó que también sabe sufrir y golpear en el momento decisivo. Tras un primer acto de exhibición sin gol, estuvo contra las cuerdas en el segundo. El VAR invalidó un gol de Arnautovic que habría sido fatal y en la prórroga los tantos de Chiesa y Pessina dictaron sentencia. Kalajdzic marcó la diana del honor (2-1).

Italia - Austria

Eurocopa

2
1
Alineaciones
Italia
Donnarumma; Di Lorenzo, Bonucci, Acerbi, Spinazzola; Barella (Pessina, 68'), Jorginho, Verratti (Locatelli, 68'); Berardi (Chiesa, 84'), Immobile (Belotti, 84') e Insigne (Cristante, 108').
Austria
Bachmann; Lainer (Trimmel, 114'), Dragovic, Hinteregger, Alaba; X. Schlager, Grillitsch (Gregoritsch, 105'); Laimer (Ilsanker, 114'), Sabitzer, Baumgartner (Schöpf, 90'); Arnautovic (Kaladjdzic, 97').

Con este triunfo, el combinado transalpino supera su máxima racha histórica de partidos sin conocer la derrota. Ya son 31, desbancando una marca vigente desde 1939. El récord de la 'Nazionale' de Vittorio Pozzo, campeona en los Mundiales de 1934 y 1938. Además, asciende a doce su racha abierta de victorias consecutivas. Establece así otro hito inédito, rebasando la marca de 2019 de este mismo grupo.

Mancini formó con el once esperado. Di Lorenzo y Acerbi reemplazaron a los renqueantes Chiellini y Florenzi, y Verratti ganó el puesto a Locatelli en el centro del campo. Ningún experimento tampoco en Austria. Volvió la defensa de cuatro que tan bien funcionó ante Ucrania, con el madridista Alaba liberado para sumarse al ataque en el lateral izquierdo. 

De entrada, Austria presentó batalla en la zona ancha. Intensa en la presión, dura en cada duelo. Hasta gozó de la primera llegada del partido, un malintencionado centro de Baumgartner. Pero la ‘Azzurra’ ni se inmutó. Bastaron un par de transiciones a uno o dos toques para que a Austria le temblaran las piernas. Insigne disparó blando a las manos de Bachmann y Spinazzola, martillo pilón en la izquierda, tiró desviado. Ocasiones poco claras, en realidad, pero el virus del miedo ya había sido inoculado. 

A partir del cuarto de hora, Italia se instaló en campo rival y dominó el partido a placer. El balón fluía, con pausa y tino, y la voraz presión tras pérdida abortaba cualquier opción de contraataque. Tal era la sensación de superioridad que Bonucci hasta se atrevía a tirar un sombrero para sacar el balón. Y le salía bien. De hecho, a la 'Nazionale' le salió todo menos lo más importante, el gol. Lo rozó Immobile en un zapatazo que se estrelló en la cruceta y Barella, de volea a centro de Spinazzola, se topó con Bachmann

El paso por vestuarios reinició el partido. Regresó la presión alta de Austria, que esta vez sí surgió efecto. Vetado el camino a terreno rival, Italia empezó a cometer errores. Tras cada pérdida, tras cada imprecisión, los nervios iban a más. La 'Azzurra', a años luz del equipo que había dominado el primer tiempo, perdió el control del duelo. Y Austria, que olió el miedo, apretó hasta encontrar el gol. Arnautovic cabeceó a la red un centro prolongado por Alaba, pero el árbitro anuló con suspense el tanto por fuera de juego tras escuchar al VAR.

Mancini intentó cambiar la cara al equipo. Introdujo a Pessina, Locatelli, Belotti y Chiesa por Barella, Verratti, Immobile y Berardi. Aunque ninguno de los cambios entró demasiado en juego, las renovadas energías contuvieron el golpe. El duelo quedó condenado a la prórroga, donde los revulsivos serían determinantes.

Chiesa rescató un centro de Spinazzola y de un zurdazo a la red hizo lo propio con una Italia a la deriva. Poco después, Pessina aprovechó un balón luchado por Belotti para marcar el segundo. Pero ni así se rindió Austria, que exigió a Donnarumma hasta encontrar el gol, obra de Kalajdzic en un saque de esquina. El primero que recibe la 'Azzurra' tras doce partidos. No hubo tiempo para más. Avanza a cuartos la 'Nazionale' en su actuación más irregular, pero demostrando que el carácter también figura entre sus virtudes. La cabra tira al monte.