Ganar a domicilio, una cuenta pendiente

La plantilla espanyolista se conjuró en el inicio de la temporada para hacer del RCDE Stadium un fortín inexpugnable. Hasta la fecha, lo cierto es que lo han conseguido. Con tres victorias en sus primeros tres partidos, el Espanyol lo ha sumado todo en casa. Este conjunto parece destinado a hacer una gran temporada. Pero para hacer una buena campaña también se debe sumar de tres en tres en los partidos a domicilio. Y eso es lo que no ha hecho el Espanyol en los estos tres encuentros. 

A pesar de estar firmando un gran arranque, con un juego que en nada se le parece al exhibido con Quique Sánchez Flores, el equipo de Rubi no está consiguiendo buenos resultados a domicilio y eso que no está jugando precisamente mal. Ante Celta de Vigo, Alavés y Real Madrid, el Espanyol tuvo claras opciones de llevarse un meritorio triunfo pero la mala suerte y la falta de pegada les privó de ello. Por juego, los de Rubi deberían haber sumado alguna victoria.

Pero la realidad es que todavía no ha llegado la primera y las primeras voces de alarma ya empiezan a sonar con fuerza. El arranque dubitativo de grandes como Valencia o Atlético de Madrid les ha dejado en bandeja la posibilidad de asomarse a la zona noble de la clasificación. De hecho, ante el Rayo Vallecano, de haber conseguido la victoria, podrían haber dormido colíderes y reafirmar el ‘darderismo’. Casi nada.

La última, en mayo

Hace más de cuatro meses que el Espanyol no sabe lo que es festejar una victoria a domicilio. Lo hizo en el Nuevo San Mamés ante el Athletic Club, al que derrotó por 0-1. Aquel conjunto, dirigido por Gallego, llegó a encadenar tres triunfos consecutivos fuera de Cornellá y en estadios tan complicados como Montilivi o el Wanda Metropolitano, desbancando el último precedente de la temporada 2012-13. 

Esas dos dinámicas deberán ser el espejo para el nuevo proyecto de Rubi. Porque en una temporada tan larga son tan importantes las victorias en casa como las que se obtienen a domicilio. Y sino que se lo digan a Quique Sánchez Flores. El técnico madrileño encadenó nueve desplazamientos sin conocer la victoria en una temporada en la que tan solo consiguieron un triunfo fuera del RCDE Stadium, en la Rosaleda y ante un Málaga que acabaría descendiendo.

“En líneas generales el equipo ha demostrado que sabe competir”, declaró Granero. Ahora ya no bastará con competir sí el Espanyol quiere luchar por algo más que deambular por la media tabla. Los de Rubi deben empezar a rubricar las buenas sensaciones y el buen juego con victorias fuera de casa. Todavía les queda margen de mejora.