El Espanyol se deja dos puntos ante el Zaragoza

No pudo sumar los tres puntos el Espanyol frente a su afición, en un encuentro que se puso de cara con el tanto de Edu Expósito, al inicio de la segunda mitad, pero que se complicó con la expulsión de Calero y el empate final de Manu Vallejo. Justas tablas.

Arrancó mejor el Espanyol, espoleado por su derrota en el Tartiere y con ganas de reivindicar su condición de favorito para el ascenso. Poco a poco fue entrando en el partido el Zaragoza, girando el juego de lado a lado, pero sin llegar a hundir al Espanyol sobre campo propio.

La primera oportunidad tardó en llegar hasta pasado el cuarto de hora, cuando Toni Moya enganchó a sobrebote un esférico, en la frontal del área, que salió rozando el poste. 

Fue la única ocasión de una primera mitad para olvidar, en la que ambos equipos acabaron enfrascados en las reiteradas faltas de los locales, y en la inoperancia ofensiva para desarbolar los sistemas defensivos. 

Intentó reactivar a su equipo Ramis con un triple cambio, uno por línea, pero el juego no le dio la razón. Sí lo hizo el marcador, tras un buen servicio de Brian Oliván que aprovechó Edu Expósito, libre de marcar en un grosero error de la defensa maña, para alojarla al fondo de la red con la testa.

Pudo dejar el partido prácticamente visto para sentencia el conjunto espanyolista, pero Pere Milla no aprovechó un error infantil de Jair en la salida de balón. A renglón seguido, llegó la acción que marcó el duelo: Calero salió de posición, cazó con la rodilla a la altura de la cadera a Valera, que se marchaba como un avión, y vio la cartulina roja.

Reordenó su equipo Ramis, formando con dos líneas de cuatro con Milla y Puado por fuera, dejando a Braithwaite como única referencia en ataque. Parecía que la fórmula servía, pero en la primera que tuvo el Zaragoza, empató el encuentro. Gamez la puso rasa por la derecha y Manu Vallejo le pegó de primeras para igualar el partido.

Todavía tuvo tiempo el conjunto de Velázquez para remontar, pero Enrich se encontró con el poste, y Bermejo con una mano prodigiosa de Pacheco, que salvó el punto para un Espanyol que no se puede marchar contento con el punto conseguido.