Ferreyra es el fichaje

Ferreyra anotó dos de los cuatro goles del Espanyol en el RCDE Stadium

Ferreyra anotó dos de los cuatro goles del Espanyol en el RCDE Stadium / EFE

Alba López

Después de solventar con solvencia sus dos únicos partidos de pretemporada ante Peralada (0-6) y Lens (1-3), en el que era su retorno a Europa 12 años después de la final de Glasgow, el Espanyol superó con nota el primer test serio del nuevo curso tras imponerse 4-0 al Stjarnan islandés en el encuentro de ida de la segunda ronda de la fase previa de la Europa League. 

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Europa League

4
0
Alineaciones
Espanyol
Diego López; Javi López, Lluís López, Naldo, Pedrosa (Dídac, 74'); Melendo, Víctor Sánchez (Marc Roca, 54'), Darder, Granero (Wu Lei, 54'); Ferreyra, Borja Iglesias.
Stjarnan
Bjornsson; Johann Laxdal, Gudjonsson, Daniel Laxdal (Rúnarsson, 63'), Rauschenberg, Aegisson; Ragnarsson, Hauksson (Fodilsson, 81'), Hedisson, Halldorsson; Hafsteinsson (Baldvinsson, 46').

Ferreyra Borja Iglesias materializaron los cuatro tantos pericos (dos por cabeza) y se asistieron entre ellos en dos de sus goles, prueba de que la dupla funciona. En el delantero argentino, que pasó de puntillas la temporada pasada, puede haber encontrado el Espanyol el nueve que anda buscando. El binomio, sin embargo, podría deshacerse si el Betis decide apostar fuerte por el punta gallego. Serían, desde luego, malas noticias para el espanyolismo.

'Once' esperado

Sin el 'Monito' Vargas, que finalmente no pudo entrar en la convocatoria por problemas burocráticos, David Gallego se decantó por Borja Iglesias y Ferreyra para la punta de lanza blanquiazul. El técnico planteó en su reestreno en partido oficial con el Espanyol un 4-4-2 clásico con Víctor Sánchez y Darder en la sala de máquinas, acompañados por Melendo Granero en las bandas. Atrás formaron Javi López y Pedrosa en los laterales, y Lluís López y Naldo en el eje de la zaga. 

La defensa de hasta seis hombres que propuso Rúnar Páll Sigmundsson, técnico islandés, complicó mucho las cosas al equipo perico en el arranque. Pero era lo esperado y supo el Espanyol ser paciente cuando tocaba. Hubo momentos, casi todos, en que el Stjarnan colocó a diez hombres por detras del balón.

La solución de Gallego para despejar la ecuación fue ordenar a sus pupilos abrir el campo por las bandas. Sin embargo, faltó precisión en los centros y los balones colgados por Granero, a pierna cambiada, y Melendo no encontraron rematador. Lo más cerca que estuvo el equipo perico de ver la luz fue en un centro templadito del Pirata desde la izquierda que interceptó un zaguero cuando Borja Iglesias ya preparaba el testarazo.

A punto de cumplirse la media hora de juego el Espanyol volvió a merodear el gol. Víctor Sánchez dibujó un desmarque de ruptura en el área y Javi López le vio con el rabillo del ojo. El balón le llegó a Ferreyra al punto de penalti, pero cuando ya se cantaba el tanto en las gradas de Cornellà-El Prat apareció Rauschenberg para salvar los muebles de su equipo. 

Al filo del descanso el equipo espanyolista reclamó un posible penalti por unas manos claras dentro del área islandesa, pero el colegiado decidió mirar para otro lado y esta vez no había VAR para impartir justicia.

Cambió de guión

Tras el descanso la suerte cambió para el Espanyol. El gol que se le había resistido en la primera parte no tardó ni cinco minutos en llegar. Nació, como no podía ser de otra manera, de un centro lateral. Pedrosa sacó su zurdita a relucir desde el costado y Ferreyra aprovechó el regalo del lateral para cabecear el balón al fondo de las mallas haciendo inútil la estirada de Bjornsson.

A partir de ahí el conjunto blanquiazul se liberó y ya jugó a placer. La entrada de Marc Roca y Wu Lei, además, permitió a los de Gallego crecer exponencialmente. Esa circunstancia se tradujo en el marcador con dos tantos más en tres minutos de vértigo. Rubricó Ferreyra su doblete aprovechando una pelota peinada por Borja Iglesias dentro del área y el propio Panda hizo el tercero en una acción de 'killer' que acabó con un latigazo seco del gallego.

La guinda del pastel perico fue otro tanto del de Santiago de Compostela adornado con un taconazo previo de Ferreyra que sirvió de traca final.